La hermana “mayor” se encontraba a cargo de la vivienda y del infante, mientras la madre según señalan vecinos y confirmó la Policía Nacional Civil, ingería alcohol y drogas en una cantina del área.
La propia madre Estela Silvina Hidalgo Urías dijo a Prensa Libre que la niña, tiene un gusto especial por el fuego y durante el día le gusta encender cerillos. Esta práctica pudo ser la causa directa del siniestro. Al cuestionarle porqué dejó a los niños sin vigilancia, la mujer se limitó a responder que “estaba buscando comida para ellos”.
El padre de los menores, según trascendió, se encuentra internado en un centro de rehabilitación para drogadictos.
Los Bomberos Voluntarios destacaron unidades contra incendios al lugar, desconociendo si la casa estaba habitada. La niña logró salir, a penas alcanzada por las llamas en una mano, sin embargo fue imposible para los socorristas ingresar a la vivienda y salvar al menor.
Casos similares
En diciembre del año pasado, dos hermanos de 3 y 6 años murieron carbonizados al incendiarse la vivienda en el lote 93 del asentamiento Independencia, anexo a la colonia Paraíso 2, zona 18.
Los menores, a quienes encontraron abrazados junto a la pila, fueron identificados como Josué Daniel, 3, y Jeferson de Jesús Esteban Rodríguez, 6.
Ambos estaban solos en la casa cuando se originó el siniestro, pues su madre, Felícita Rodríguez, había salido a comprar tortillas para el desayuno.
El 13 de diciembre de 2009, tres hermanos de 3, 5 y 7 años murieron carbonizados al incendiarse su vivienda, en la aldea Las Delicias del Jobo, Taxisco, Santa Rosa.
El 14 de marzo del 2008, en San Benito, Petén, murieron de la misma forma tres menores de 9 meses, 3 y 8 años.
El 15 de diciembre del 2000 perecieron en un incendio los hermanos Juan Ángel, 3, y Élder Everardo Vásquez García, 2, al incendiarse su vivienda, en el caserío El Chilo, Chiquimula.