Cada Viernes Santo en la aldea Chivarreto, en San Francisco El Alto, en Totonicapán, se realiza una pelea a puño limpio, en la que participan quienes quieren demostrar su habilidad para resistir los golpes y su agilidad para esquivarlos.

De varias aldeas y municipios llegan los contrincantes, que suben al cuadrilátero 10 x10 que se coloca en la cancha de futbol. En el evento hay jueces y árbitros que verifican que las reglas se cumplan.

En el combate no se aceptan menores de edad, ni personas en estado de ebriedad, están prohibidas las patadas y los abrazos, así como tomar del cuello al contrincante o golpearlo mientras esté en el suelo. También los golpes bajos. Los participantes deben ser del mismo tamaño y peso.

No se permite subir al cuadrilátero a personas en estado de ebriedad. Se prohíbe el uso de objetos que puedan lastimar a los peleadores. El público no debe lanzar objetos a los contrincantes.

Los organizadores recalcan que los participantes deben respetar el orden de lo contrario el evento se suspenderá.

Según ancianos del lugar, la tradición se inició hace más de un siglo y tenía como objetivo cumplir una penitencia; sin embargo, esto cambió desde 1900, porque se convirtió en una diversión para la comunidad, a donde llegan participantes de varios lugares, así como extranjeros

El evento es organizado por autoridades comunitarias, que con meses de anticipación se ponen de acuerdo sobre las reglas y las medidas de seguridad que se implementan.

La comuna apoya con trofeos para los ganadores. El evento empieza a las 14 horas y concluye a las 17.