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Patrimonio prehispánico es una riqueza que no es valorada

La falta de fondos suficientes para financiar la exploración, consolidación y acondicionamiento de sitios arqueológicos es el principal impedimento que los arqueólogos encuentran en el desarrollo de su labor.

Un equipo de arqueólogos dirigidos por el japonés Takeshi Inomata mientras excavan en una pirámide el sitio Ceibal. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Un equipo de arqueólogos dirigidos por el japonés Takeshi Inomata mientras excavan en una pirámide el sitio Ceibal. (Foto Prensa Libre: Archivo)

CIUDAD DE GUATEMALA- Por años, la asignación presupuestaria a escala estatal ha sido prácticamente insignificante y lo es aún más si se compara con los gastos millonarios en rubros como compra de calzado y ropa deportiva efectuados por el Ministerio de Cultura.

“Hay una falta de consciencia de todos los gobiernos que le asignan el peor presupuesto al Ministerio de Cultura y Deporte, y la mayoría de este se va a deporte. Sin asignaciones presupuestarias serias no podemos desarrollar proyectos”, explicó Patricia del Águila, jefa del Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas, de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, entrevistada en el 28 Simposio de Arqueología, celebrado esta semana, en el cual participaron decenas de expertos.

Érick Ponciano, arqueólogo y exdirector del Patrimonio Cultural, expuso que a nivel de gobierno el tema cultural es visto como un gasto y no como una inversión, por lo que no se le da más presupuesto, pues no parece “rentable”, pese a que el país es promovido turísticamente como un destino maya por excelencia.

“El problema está a nivel de Estado, no de Ministerio, pues este no recibe la asignación necesaria. Son la Cenicienta del gabinete de gobierno. Si el Estado, a nivel alto, viera como prioridad el patrimonio, como una verdadera necesidad el invertir para conocer nuestro pasado, promover el turismo y muchas otras cosas más, pondría dinero, pero no hay interés”, expresó la arqueóloga Bárbara Arroyo, coorganizadora del Simposio, que se lleva a cabo anualmente.

POTENCIAL ILIMITADO

Según Rosaura Vásquez, experta del Museo de Arqueología y Etnología, en el país hay entre 3 mil y 3 mil 500 sitios arqueológicos, muchos sin proteger o explorar.

“La concentración de sitios arqueológicos y de áreas naturales en el país es alta, y así es también su potencial. Lo que sucede es que no se ha valorizado. Estos se deben dar a conocer”, indicó el director del proyecto del Sitio Arqueológico Holmul, Francisco Estrada-Belli, quien refirió que el peor enemigo de la arqueología es la indiferencia y la falta de actualización de los programas educativos. “Por eso es importante que divulguemos nuestros hallazgos”, afirmó Estrada Belli.

Además del potencial turístico y por ende el económico que puede significar el patrimonio arqueológico nacional es fundamental para fortalecer la identidad nacional —uno de las principales motivaciones de los arqueólogos—, de la que hay tanta carencia. Como lo dice el arqueólogo Ernesto Arredondo: “Ver el pasado es la mejor herramienta para poder entender el presente y transformar el futuro”.

CARENCIAS -Presupuesto inexistente-

El denominador común que dificulta el trabajo arqueológico en el país es la falta de financiamiento. Los arqueólogos coinciden en señalar la  falta de interés de los gabinetes de gobierno.

La principal inversión para investigaciones, excavaciones y conservación del patrimonio proviene del extranjero, y cada vez más de la  iniciativa privada del país.

MALA EDUCACIÓN -Ignorancia-

Es  común que haya sitios arqueológicos dentro de terrenos privados, y a veces, por el mismo desconocimiento del trabajo arqueológico o porque los dueños creen que van a quitarles sus tierras, se veda el acceso a los arqueólogos.  

“Cuando uno ya les explica, se dan cuenta de que su tierra no peligra y acceden, pero eso siempre es una limitante”, señaló Bárbara Arroyo.

FALTA DE IDENTIDAD -Desinterés-

A pesar de que un segmento de la población se interesa por el trabajo arqueológico, existe en términos generales desinterés general sobre el patrimonio, cuya  riqueza y significado se desconocen. Aunque se usa como un gancho turístico, la ciudadanía conoce poco y se considera a menudo que es información que solo expertos pueden conocer.

DESACTUALIZACIÓN -Carencia educativa-

El desinterés de la gente responde a una carencia educativa respecto de arqueología y patrimonio.

En los libros que se  usan en las aulas, la sección de arqueología o patrimonio prehispánico es breve y no contiene los descubrimientos arqueológicos que se han hecho a la fecha. Por lo tanto, tampoco se le da la importancia y valor al tema.

DELINCUENCIA -Robos y saqueos-

Otro de los problemas que afectan  el patrimonio arqueológico son el coleccionismo ilegal, que a su vez motiva  los saqueos. A pesar de las leyes que protegen el patrimonio, el problema persiste. En estos saqueos   se destruyen estructuras y valiosa información de contexto.  Para combatirlo se involucra a las comunidades en el cuidado de sitios.

PREJUICIOS -Profesión exitosa-

La  arqueología es vista a menudo como una profesión con poco potencial. Sin embargo, los expertos consultados hacen notar que se trata de una rama científica que integra diversas disciplinas y con múltiples campos de acción. Los hallazgos pueden cambiar la historia e impactar en la calidad de vida de las comunidades.

ALTERNATIVA -Financiamiento privado o extranjero-

Según varios  arqueólogos consultados en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, durante el 28 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, la mayor parte del trabajo que  se ha realizado y que se lleva a cabo actualmente a escala nacional responde a   inversión de universidades nacionales e internacionales, inversión extranjera y  de la empresa privada, que hoy en día se ha interesado un poco más en el patrimonio del país.

Un ejemplo es   la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (Pacunam), integrada por varias empresas, que apoya y financia varios proyectos de la Reserva Natural Maya, en Petén.

 “Las alternativas que tenemos como arqueólogos son adherirse a un proyecto arqueológico extranjero, donde uno queda como nacional amarrado hasta que los internacionales presenten sus informes, o bien conseguir una beca en el extranjero que le proporcione fondos para hacer un proyecto propio. La  tercera sería conseguir, en alguna fundación y organización, fondos mínimos para algún estudio pequeño, pero teniendo en cuenta que esto no  permite mantener un proyecto con mucha gente ni a tan largo plazo”, señaló Patricia del Águila.

La institución pública Aporte para la Descentralización Cultural (Adesca) también hace aportes importantes que permiten el  desarrollo del trabajo arqueológico en varias áreas del país.

COMENTARIO

“El potencial del patrimonio  es ilimitado, siempre y cuando gobierno, iniciativa privada y población en general coordinen esfuerzos para preservarlo, investigarlo y divulgarlo de manera sistemática y sostenida”. Édgar Carpio,  arqueólogo nacional.

“La arqueología nos permite  poder conocernos e identificarnos como parte de un ente pluricultural. Hay una gran necesidad de identidad
y esta ciencia nos permite fortalecer y entender la nuestra”. Ernesto Arredondo,  arqueólogo guatemalteco.

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