La madre, María Magdalena Jiménez, de 28 años, quien había sufrido dos pérdidas de embarazo, fue sometida a un procedimiento denominado cerclaje cervical, para evitar otro percance.

El nacimiento causó mayor sorpresa porque durante el control prenatal siempre se observaban cuatro niños, pero al momento de la cesárea, efectuada ayer en la mañana, se encontró un bebé más.

Jiménez indicó a Prensa Libre que tenían cuatro nombres preparados: Marvin Miguel, Genderson Ovidio, Marissa Samanta e Irvin. Ahora la familia debe definir nuevos nombres, ya que pensaban que serían tres varones y una niña.

Los bebés pesan entre 1 libra con 9 onzas y 2 libras con 12 onzas, informaron los médicos de ese centro asistencial.

Debido a que los infantes solo tienen 29 semanas de gestación, y lo normal es 40 semanas, fueron trasladados al área de alto riesgo neonatal.

La madre, Maria Magdalena Jiménez, había tenido problemas para concebir en ocasiones previas, por lo que se sometió a un tratamiento de fertilidad que derivó en una gestación múltiple.

 “Estoy feliz, teníamos 14 años de estar juntos y no habíamos podido tener bebés”, expresó la madre.

El Departamento de Trabajo Social del IGSS tiene registrado que Jiménez y su esposo, Marvin Ramírez, viven en Ciudad Real, zona 12, y que él trabaja como soldador.

Parto adelantado

Los cinco infantes nacieron a las 29 semanas de gestación, debido a que dos de ellos presentaron sufrimiento fetal, ya que su fecha probable de parto era el 12 de agosto.

Al momento del alumbramiento, según los médicos, los bebés pesaron una libra con nueve onzas; otro dos libras y 12 onzas, el siguiente dos libras 10 onzas;  después dos libras ocho onzas para el cuarto, y el último, dos libras nueve onzas.

 Los nacimientos se registraron con un minuto de diferencia. El primero fue a las 10.10 horas.
Juan Martínez, jefe de sala de operaciones, y Marco Vinicio González, jefe de la Unidad de Ginecología, integraron el grupo de especialistas que  atendieron el nacimiento.

Martínez explicó que a los bebés se les inyectaron esteroides y otros medicamentos para ayudar en la maduración de sus órganos, por lo que los pediatras que los atendieron indicaron que su apariencia era de unas 34 semanas.

El médico refirió que existe riesgo cuando un niño nace de manera prematura porque  a  las 28 semanas  sus pulmones empiezan a producir una sustancia que los ayuda  a respirar.

 Según Byron Arana, subgerente de Prestaciones de Salud del IGSS, los pequeños deberán estar unas tres semanas internados en Neonatología y aseguró que  el equipo médico con el que cuenta es uno de los mejores de Centroamérica.

Martínez afirmó que, debido al antecedente de pérdida de los embarazos, a la madre se le atendió en el área de alto riesgo. De manera no oficial se informó que Jiménez recibió un tratamiento de fertilidad.

Caso similar

El 30 de julio de 2010 una joven originaria de Huehuetenango dio a luz a otros quintillizos en el Hospital de Maternidad del seguro social de la capital.