Solución urgente
Carlos Emilio Matus, director ejecutivo de la Autoridad para el Manejo y Desarrollo Sostenible de la Cuenca del Lago Petén Itzá (Ampi), explicó que la idea surgió luego de los daños que han reportado los municipios ubicados alrededor del lago y el riesgo inminente de contaminación acelerada del manto acuífero.
Afirmó que la contaminación del lago Petén Itzá debido a la crecida traería graves daños a la biodiversidad y el turismo de la zona.
Refirió que la idea es desbloquear y rehabilitar este sumidero natural, para que junto con la evaporación en la época seca permita que el nivel del lago baje en forma natural y segura.
Lago no drena
El director de Ampi explicó que el problema que tienen con el lago Petén Itzá”es que es un cuerpo de agua endorreico, lo que significa que no evacúa cantidades significativas de agua ni por desagüe superficial ni por infiltración, sino a través de la evaporación”.
“El lago ingresa agua por un río y varios arroyos, y a pesar de eso tiene ciertos sumideros naturales, porque es un cuerpo vivo y está en constante movimiento”, indicó el experto.
Si se concreta el proyecto, según Matus, no se drenará el lago en su totalidad, como erróneamente creen algunas personas.
Dijo que hace más de 30 años las autoridades también realizaron trabajos y lo que se busca es mejorarlos, para que el agua fluya por allí, por lo que se hacen algunas pruebas para evaluar opciones a largo plazo.
Se monitorea
Vinicio Montero, viceministro de Recursos Naturales, del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, dijo que se mantiene el monitoreo.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, hay una crecida de 1.15 metros arriba del nivel normal del lago.
“Esto afecta parte de la infraestructura de la Isla de Flores y los municipios de San Benito y San Andrés, Petén. Entre ello se contabiliza el malecón de Flores, el de San Benito y viviendas y hoteles”, expresó Montero.
Confirmó una “alarma por una posible contaminación por el colapso de drenajes, alcantarillado y fosas sépticas de los municipios que se están inundando”.
El funcionario afirmó que ya se hizo un estudio preliminar con geólogos del Ministerio que determinaron que efectivamente Chamamantok es una falla geológica que contiene galerías internas donde el agua puede drenar y que procede que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) llegue con otro equipo de geólogos para realizar otro estudio que verifique la factibilidad del plan.
CONRED Evalúa
Alejandro Maldonado, secretario ejecutivo de la Conred, expuso que en este momento tienen la propuesta y realizan el trabajo administrativo para determinar si cuentan con los suficientes recursos técnicos para poder hacer un buen trabajo.
“También analizaremos qué otras opciones tenemos. Hay muy buenas relaciones con la comunidad internacional, podría ser una opción, pero en general se estudia de qué manera podemos colaborar”, dijo Maldonado.
Agregó que periódicamente revisan la información del Insivumeh para determinar si hay necesidad de actuar ante alguna emergencia.
Pueden ayudar
Los alcaldes de San José, San Andrés, San Benito y Flores siguen de cerca el trabajo de las autoridades e indicaron que están dispuestos a apoyar los proyectos que puedan ayudar a minimizar los impactos de la crecida del lago.
Ninguna de las autoridades consultadas quiso calcular cuánto podría costar el proyecto de recuperación del sumidero, ya que aún faltan estudios y no quisieron especular con el monto.
Esta no es la primera vez que el lago sobrepasa los niveles normales de agua. Sin embargo, sí es la crecida más importante de la última década.
El director de Ampi manifestó que, además de este proyecto, trabajan en los distintos ejes del Plan Estratégico del Lago Petén Itzá 2010-2020.
Se repite historia
El lago Petén Itzá ha experimentado varias subidas en su nivel a lo largo del tiempo. Expertos del Insivumeh afirman que el aumento en el nivel de agua está estrechamente relacionado con la precipitación pluvial durante el año en el área.
Carlos Emilio Matús, director de Ampi, indicó que hay registros de que en 1938 hubo una crecida que inundó parte de la Isla de Flores.
Manuel Táger, vecino de la Isla de Flores, refirió que a finales de 1978 hubo una inundación y fue entonces cuando se trabajó por primera vez en la grieta Chamamantok. Afirmó haber participado en la búsqueda de una solución.
En 1994 se registró otra crecida que inundó el llamado Periférico de la Isla de Flores.