Guatemala

Ofrecen trabajo a hombre acusado de robo de pan

Víctor Aguilar, de 40 años,  quien fue apresado la semana recién  pasada por el robo de 35 panes valorados en  Q15 de pan dulce, para alimentar a su familia, vive en una vivienda humilde en  el caserío Los Cebollines, Jalapa.

Víctor Aguilar vive junto a su madre, hermana y sobrinos en una humilde vivienda ubicada en el caserío Los Cebollines, Jalapa.(Foto Prensa Libre: Hugo Oliva)

Víctor Aguilar vive junto a su madre, hermana y sobrinos en una humilde vivienda ubicada en el caserío Los Cebollines, Jalapa.(Foto Prensa Libre: Hugo Oliva)

Aunque la acción de solidaridad por parte de  decenas de guatemaltecos en Jalapa y en el extranjero que aportaron fondos para que Aguilar  fuera liberado,  parece no ser del agrado de sus vecinos, la ayuda sigue llegando, e incluso recibió una oferta de trabajo.
 Aguilar, quien vive junto a su madre, hermana y cuatro  sobrinos de entre 6 y 12 años, recuerda que el pasado 17 de septiembre decidió entrar a la casa de una vecina para llevarse 35 panes porque estaba desesperado por no tener qué comer,   pero fue descubierto  y  capturado por la Policía Nacional Civil.
“La primera noche dormí parado porque no había  espacio.  En la segunda,  me dieron un lugarcito  cerca del sanitario para que me  acostara”, contó Águilar, quien  aseguró que no volverá a cometer más delitos.
José Herlindo Cisneros, vecino  de la cabecera de Jalapa, comentó que la historia de Aguilar lo conmovió, por lo que decidió llevarle bolsas de víveres y le ofreció trabajo.
“Le pregunté si estaba dispuesto a cambiar de actitud y trabajar en el campo, y aceptó”, explicó   Cisneros.
La madre de Aguilar,  Concepción Andrés de Aguilar,  75,  expresó: “Me da lástima,  pero a la vez cólera lo que pasó, porque yo les he enseñado a mis hijos a ser honrados.  Agradezco a las personas que lo ayudaron a pagar los Q85 de multa, pues yo no lo hubiera podido hacer por la pobreza en la que vivimos”.
Lo   único que se puede observar en el interior de la casa de una habitación, construida de adobe,  es  una cama, un pequeño mueble, y unas ollas en las que cocinan en el suelo.

Roba comida

La vecina en cuya casa robó Aguilar indicó que lo denunció  porque no era la primera vez que entraba a su casa a robar comida.
 Algunos vecinos comentaron que Aguilar podría padecer de alguna enfermedad mental, y que esa  podría ser la razón por la que  comete ilícitos.
“No es la primera vez que lo hace, aquí ya todos saben que él roba cosas para comer, y en ocasiones agrede a las personas, así que le advertimos de que si lo vuelve a hacer lo vamos a denunciar en el Ministerio Público y a presentar otra denuncia en su contra”, añadió  un poblador que no quiso identificarse.
 Francisco Ordóñez, otro vecino,   señaló  que en esa comunidad todas las familias son pobres y no tienen  ayuda de ninguna entidad de gobierno.
 “Fue una noble labor la que hicieron las personas del extranjero que  lo ayudaron (a Aguilar), pero ojalá que el muchacho haya aprendido la lección y no lo vuelva a hacer”, afirmó  Ordóñez.
Cecilia Aguirre, de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Jalapa, manifestó: “Esta es  la gente que el Gobierno debe apoyar con los programas sociales, pues vive en comunidades de extrema pobreza”.

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