Guatemala

Excomisionado adjunto de Cicig: “Si hay oposición es que aún hay grupos infiltrados”

El experto italiano, Amérigo Incalcaterra se desempeñó como comisionado adjunto de Cicig entre 2008 y 2009 por lo que fue el segundo al mando desde el inicio de la Comisión. En su opinión, las causas que la originaron aún no han desaparecido.

Américo Incalcaterra fue subcomisionado de la Cicig entre 2008 y 2009. (Foto Prensa Libre: ONU)

Américo Incalcaterra fue subcomisionado de la Cicig entre 2008 y 2009. (Foto Prensa Libre: ONU)

El primer comisionado adjunto de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (Cicig), el italiano Amérigo Incalcaterra, dice que “si hay oposición a la Cicig es porque aún hay grupos que no se han desmantelado”.


Incalcaterra forma parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Organización de Estados Americanos, que busca coadyuvar y apoyar en las investigaciones de los hechos violentos en Nicaragua desde el 18 de abril, en el marco de las protestas sociales.

El GIEI estará integrado por Incalcaterra, Sofía Macher, Claudia Paz y Paz y Pablo Parenti, personas de alto nivel técnico y reconocida trayectoria en la protección de los derechos humanos. Los miembros del Grupo han sido seleccionados por la CIDH y designados por el secretario general de la OEA.

¿Cuándo estuvo en Guatemala?

Me llamó el doctor Carlos Castresana, quien estaba a cargo de la operación, y llegué para fortalecer las áreas de funcionamiento de la Cicig y mantener una vinculación más estrecha con el sistema de Naciones Unidas porque había trabajado durante muchos años. Creo que fue por eso por lo que me eligió.  En Guatemala trabajé como comisionado adjunto de junio del 2008 a febrero del 2009.

Mi función fue apoyar al comisionado Castresana para que todas las direcciones y áreas operativas y administrativas de la Cicig funcionaran adecuadamente. Entre mis funciones estuvo mantener relación con los donantes y las entidades del Estado. Las funciones del comisionado adjunto sirven para liberarlo de algunas funciones, para que el Comisionado se dedicara a las otras de manera exclusiva.

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¿Algunas veces se quedó con las funciones del Comisionado?

Cuando él no estaba cumplía como corresponde a cualesquiera de las funciones que en su momento eran necesarias, pero sí mantenía una estrecha relación con Castresana.

¿La Figura estaba dentro del organigrama?

Lo que hay que entender es que cuando se hizo el acuerdo de la creación entre el Gobierno de Guatemala y las Naciones Unidas se estableció una organización interna y esa función corresponde exclusivamente al Comisionado efectuarla. La estructura de operaciones es puramente interna, a mí me tocó organizar, en su momento, todo el organigrama de funcionalidades.

¿Qué opina de la controversia que existe?

Indudablemente hay un problema en el Gobierno, y es que no le gusta la manera en que el comisionado Iván Velásquez ha encaminado el trabajo de la Cicig. A los que hemos participado en esa comisión nos parece que la discusión es compleja, aunque es cierto que la Cicig en los últimos años ha aportado un valor muy importante para contribuir y encontrar casos muy graves de corrupción e impunidad que nos parece han redundado en beneficio de la justicia del país y aún falta mucho recorrido que hacer porque hay muchos señalamientos.

Pero hay oposición.

Hay grupos que se oponen, lo que significa que no se han desmantelado completamente las razones por las cuales fue creada la Cicig. En cuanto a la oposición, me parece que hay un círculo vicioso y la oposición del Gobierno me parece una muy mala señal.  Lo importante y valioso es que el secretario general António Guterres le ha dado su respaldo a Velásquez.

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¿Será difícil salir de la crisis?

A Guatemala le va a costar salir de este asunto y me parece que la discusión es más política que legal, pero, como repito, es importante el apoyo que ha recibido Velásquez, porque la Cicig es un instrumento aún necesario porque las razones por las que fue se mantienen.

La discusión ahora de que, si existe o no la figura me parece sin sentido, porque es una cuestión puramente de estructura interna. Lo importante es cómo este organismo contribuye al servicio de los guatemaltecos y son ellos los que tienen que decidir.  No porque un gobierno es señalado de campaña electoral ilícita se va a suspender la cooperación de un organismo internacional, sobre todo en una democracia, donde los problemas se resuelven de otra manera y no solo decir “la cerramos porque nos son incómodos”. 

¿Cree que la propuesta de que el Comisionado esté en Estados Unidos y un adjunto en Guatemala funcionará?

De alguna manera no estoy satisfecho con esa manera.  Me parece que un comisionado y su adjunto deben trabajar de manera conjunta porque deben hablar e intercambiar mucho. Hay que intercambiar bastante información en el lugar donde se llevan a cabo las operaciones.  Creo que Iván Velásquez debe estar en el lugar. 

¿Y qué opina de que fue declarado no grato?

Muy fácil decir que una persona es no grata sin dar argumentos suficientes para convencer. Hay que ver todas las consecuencias que esta crisis conlleva y cuidar la imagen del país.

El respaldo que ha tenido Velásquez de parte de Guterres es que no hay razones por las cuales cambiarlo.

El viernes hubo una manifestación de apoyo hacia él. ¿Cómo se debe leer esto?

Esas son señales   que tiene que entender el Gobierno, se está haciendo flancos de debilitamiento, quien tiene que juzgar la validez o invalidez es la población; esa es la democracia.

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Subcomisionado

El secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró su apoyo a la labor de Iván Velásquez Gómez al frente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

El secretario Guterres afirmó que no veía la razón para retirar la confianza al comisionado Velásquez, y que estaban anuentes a coordinar la acción de la Cicig, “sin poner en duda la confianza” que le tienen al jefe de esa instancia.

“La posición nuestra fue que la situación debe ser resuelta y esperamos que en consulta con el Gobierno sea posible encontrar una solución” para coordinar la acción de la Cicig en el país, expresó el secretario de la ONU. Recordó que existe una negociación prevista en el acuerdo firmado entre ese organismo y el Gobierno de Guatemala sobre el establecimiento de la Cicig. “Estamos interesados en seguir esa negociación, buscando el perfeccionamiento de la acción de la Comisión”, puntualizó.

Entre los puntos de análisis se mencionó la designación de un subcomisionado por parte de Velásquez.

Algunos abogados en Guatemala pusieron en discusión dicha figura, por no estar, supuestamente, contemplada en el mandato.

No obstante, desde el comienzo de la misión siempre ha existido una persona designada como segunda al mando de dicho ente.

Amérigo Incalcaterra ha tenido una larga carrera
Trabaja con la ONU desde 1988. En 2005 fue nombrado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, como su Representante en México. Ha tenido cargos en Guatemala, El Salvador, México, Colombia, Belice, Cuba y Angola.

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