Este afluente recorre 12 municipios de Santa Rosa, y en toda la cuenca hay cambios de cauce intencional, entre los que se incluye también el que hace la hidroeléctrica Los Esclavos.

Pobladores señalaron que estas empresas, además desviar el caudal, lanzan las aguas residuales y desechos sólidos al río y eso genera otro problema, la contaminación.

Jaime Marroquín, vecino de Chiquimulilla, señaló que es triste lo que sucede, pues los agricultores y residentes se ven afectados por la falta de agua en el río.

Lamentó que ninguna autoridad vele por la conservación del agua. Refirió que por el desvío, varias comunidades no tienen agua y si hay un poco, no se puede consumir porque está contaminada.

En Escuintla

Un problema similar afrontan pobladores de las partes bajas de los ríos María Linda, Guacalate, Achiguate, Coyolate y Madre Vieja, en Escuintla, quienes se quejan porque no pueden entubar el agua de los afluentes, debido a que las fincas los desvían.

Marina Ramírez, vecino de la comunidad Botón Blanco, Puerto San José, señaló que el principal problema lo enfrentan en el verano, pues el caudal baja, pero aún así los finqueros lo desvían.

Óscar López, de Nueva Concepción, resaltó que en las fincas construyen canales para riego de cultivos, pero durante el invierno estos son incapaces de soportar la presión del agua y se desbordan, lo que genera inundaciones.

María Toledo, otra residente de ese sector, aseguró que el bajo nivel de los ríos ha causado mortandad de peces y otras especies.

No hay para bañarse

En Suchitepéquez, los sitios más afectados son Mazatenango, San Bernardino y Cuyotenango, con el desvío de los ríos Ixtacapa, Sis e Icán.

Pobladores de estos sectores manifestaron que la escasez es tal, que en los ríos ya no hay agua suficiente para bañarse ni para el consumo humano.

Sequía

Miguel Morales, de Champerico, explicó que el año pasado la sequía empezó en enero, ya que los caudales bajaron y las empresas hacen todo a su alcance para llevarse lo poco que corre en los ríos.

Mauricio López, otro poblador, responsabilizó a la industria del azúcar de ser la principal responsable del desvío de ríos.

Comentó que aparte de este problema por los cambios de cauce, deben enfrentar la sequía en los pozos artesanales.

López recordó que varias veces han optado por bloquear rutas para que el Gobierno los escuche y se dé cuenta del problema que enfrentan por el tema de los desvíos.

Vecinos de varias comunidades de Ocós, San Marcos, y Coatepeque, Quetzaltenango, han denunciado el desvío del caudal del río Pacayá, entre otros, pues aseguran que la población se queda sin agua.

Comentaron que constantemente los convocan a reuniones para tratar sobre el problema, pero al final ninguna autoridad se preocupa de resolverlo.

Afectados añadieron que las delegaciones departamentales de la Procuraduría de los Derechos Humanos, el Gobierno y las empresas deberían formar una mesa de diálogo y buscar una solución al desvío de ríos.

Hay más consumo

Delegados de los ministerios de Ambiente y Recursos Naturales, y el de Agricultura coincidieron en que aparte de las desviaciones, ahora el consumo de agua es mucho mayor y por eso también bajan los caudales.

Comentaron que junto a las comunas y empresas se deben promover programas de reforestación en las cuencas para alimentar así los manantiales y afluentes naturales.

Añadieron que las denuncias de desvíos de ríos han sido canalizadas al departamento jurídico de la cartera de Ambiente, para que les dé seguimiento.

Por O. Cardona, M. Sandoval, D. López, R. Miranda. E. Girón y A. Coyoy