La campaña de expectación empezó la semana recién pasada, en la cual Francisco Páez, cantante de la agrupación Malacates Trébol Shop, anuncia que ya no irá por ese grupo musical.

La continuación del anuncio es: “Yo voy por Guate”, con lo que sin importar a qué grupo étnico, religión o ideología se pertenezca, la idea es votar por Guate.

Xavier Michón, director de país del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), explicó que los anuncios se transmitirán en todas las regiones del país y en cinco idiomas mayas: k’iche’, q’eqchi’, kaqchikel, Tz’utujil y mam.

Michón dijo en su discurso: “La democracia son distintas formas que se han adquirido a lo largo de la historia. La democracia es una criatura viva y un conjunto de procesos y valores que varían en cada período de su evolución”.

El PNUD ayudó al TSE en la contratación de la agencia de publicidad que se encargó de crear el anuncio.

La presidenta del TSE, María Eugenia Villagrán informó que se ha dado inicio a la campaña de llamado al voto.

“Lo que hacemos es el llamado a la participación de los ciudadanos, y en especial a los jóvenes, mujeres, así como a toda la población indígena, que son los que menor participación han tenido”, agregó en el acto efectuado anoche en un hotel capitalino.

Q21 millones

Villagrán indicó que toda la campaña de divulgación costará Q21 millones, lo cual incluye desde el llamado al empadronamiento, la campaña por el voto y la otra etapa, que consistirá en informarle al ciudadano sobre el centro y mesa en donde deberá sufragar.

Empresa premiada

La agencia de publicidad Ogilvy fue elegida por el PNUD para diseñar la campaña.

Ogilvy es una de las empresas que ha recibido tres premios mundiales Leones de Cannes, y el último fin de semana arrasó con los premios Jade en el Festival de Antigua.

Ramiro Eduardo, vicepresidente de Servicios creativos de Ogilvy, dijo: “Es un honor y un gusto asumir el reto de diseñar la campaña de motivación e instrucción al elector”.

Presidenciables

Villagrán confirmó que fue descartada una campaña en la cual los candidatos a la Presidencia llamarían a votar por otro aspirante, ya que los contendientes se opusieron a ello, pero comentó que la intención era la unión de los presidenciables para invitar a los ciudadanos a votar.