Fueron tres minutos. Tres nefastos, increíbles y decepcionantes minutos los que bastaron para que Guatemala pasara de tenerlo todo, a quedarse con las manos vacías, ya que ayer cayó 2-3 ante Trinidad y Tobago.

Después de ir adelante en el marcador 2-1, Trinidad y Tobago supo sacar provecho de los errores, esos que ya se han vuelto una costumbre para la Selección Nacional, y el delantero Stern John liquidó el encuentro y, tal vez, el sueño mundialista, en una séptima jornada para el olvido, en el que de paso, Costa Rica aplastó a Panamá 3-1 y se apoderó de la tercera plaza para ir a Alemania 2006.

Era demasiado bonito para ser cierto. Eran tres puntos de visita entre la bolsa, que sumaban 10, y que despejaban la ruta hacia la clasificación. Era esa historia que siempre queremos contar: Guatemala ganaba 1-0 desde el minuto 3, con gol de Guillermo Ramírez. Trinidad empató 1-1 por medio de Russell Latapy al minuto 48, pero la azul y blanco volvía a la victoria con un gol de Gonzalo Romero, al minuto 61.

Pero no, faltaban los últimos cinco minutos de juego y otra vez se esfumó. En cosa de tres minutos, Guatemala pasó de tener tres puntos a nada, a salir del estadio Hasely Crawford con la manos vacías, presenciando la euforia de los trinitenses, que han vuelto a la vida a tres fechas del final.

Y por si la tragedia no estaba completa, otra vez, en una instancia crucial, ha perdido al delantero Carlos Ruiz, que se fue encima del árbitro mexicano Armando Archundia y se ganó la amarilla, la segunda, la que lo deja afuera del partido frente a Estados Unidos el próximo miércoles.

Como lo había anticipado, Ramón Maradiaga salió a la cancha con un sistema 4-5-1, con Carlos Ruiz como único hombre en punta, un esquema que exigía más sacrificio para el medio campo.

Mientras tanto, Trinidad y Tobago apareció como el equipo al que se le había ganado 5-1 en el partido de ida. Sin ideas, pasmado, sin capacidad de reacción, pero con tres hombres que al momento de conectarse, generaban riesgo: Russell Latapy, Dwight Yorke y Stern John.

Los seguidores trinitenses apenas se acomodaban en sus asientos, cuando, a los tres minutos, Guillermo Ramírez convertía el primer tanto de Guatemala, en el cobro de un tiro libre.

Tres minutos mas tarde, Yorke y Latapy dieron la primera muestra de lo que podían hacer al encontrarse en el área, pero el guardameta Miguel Klee supo resolver.

Así transcurrió un primer tiempo parco, sin muchas ideas de ambos lados.

Al minuto 16, el árbitro anuló un gol de Stern John, que el público celebraba, por estar en posición adelantada.

Marca inclemente

Carlos Ruiz tuvo la marca férrea de Brent Sancho, que no lo dejó maniobrar, y “el Pescado” cayó en el juego. Comenzó a desesperarse, y Guatemala se quedó sin más posibilidades de aumentar la ventaja.

En el segundo tiempo, Leo Beenhakker hizo cambios desde el inicio, y afinó su delantera. Envió al campo a Jason Scotland, pues tenía que jugarse las opciones que le quedaban.

A los dos minutos de haberse iniciado la segunda parte, Russell Latapy reavivó la esperanza de los trinitenses al concretar un balón que Freddy García perdió en el medio campo, y Gustavo Cabrera no pudo controlar.

Guatemala hizo su primer cambio obligado, luego de que Freddy García se quedara tirado en la media luna del área contraria, tras un choque con un defensa.

En su lugar entró Carlos Figueroa, que justificó el cambio, al haber iniciado una jugada clave, en el momento en que el combinado nacional pasaba aprietos para retener el empate.

Romero anota

Figueroa robó un balón en el medio campo y se perfiló. Ruiz la recibió y le sirvió un gran pase a Gonzalo Romero, que al minuto 61 le devolvía la victoria y los tres puntos a Guatemala.

Comandados por un luchador Latapy, que más que físico, desplegaba liderazgo y buen toque, Trinidad se lanzó al ataque.

El tiempo transcurría y Guatemala parecía cerca de conseguirlo. Pero fue entonces cuando se rompió el encanto y comenzó la pesadilla.

Luego de un codazo que el árbitro Archundia no marcó como falta, Gustavo Cabrera tuvo que salir del campo porque sangraba.

En la pista, Víctor Hernández aceleraba el calentamiento, mientras el cuerpo médico atendía la lesión de Cabrera.

Entonces, al minuto 85, cayó el empate. Stern John recibió un pase mágico de Russell Latapy, y lo definió sin complicaciones.

Dos puntos se habían escapado, pero quedaba uno por defender. Mientras tanto, en la zona de cambio, Cabrera no lograba reincorporarse. El cuarto árbitro le pidió que se cambiara la camisola porque tenía manchas de sangre, pero ésta nunca apareció. Ni Víctor Hernández ingresaba ni Cabrera se reincorporaba, e inocentemente, Guatemala puso a jugar el balón.

Luego de dos toques de los trinitenses, la defensa intentó jugar al fuera de lugar y se quedó parada. Al minuto 87, Stern John marcó la victoria de los trinitenses, que dejó a Guatemala con las manos vacías.

Todo en manos de México

Luego del partido, el boleto mundialista de Guatemala quedaba en manos de México, quien debía derrotar a Trinidad y Tobago. A pesar de que Guatemala derrotó 3-1 a Costa Rica, México no venció a los trinitenses y sepultó el sueño guatemalteco.