Hemeroteca

Niños siameses: milagros hechos realidad

Una de las noticias que ha conmovido a Guatemala en los últimos días es la separación de las niñas siamesas llamadas "las Rositas". Recordamos en este articulo otros dos casos similares y emblemáticos.

Las Mariitas luego de su separación en EE. UU. (Foto: AP)

Las Mariitas luego de su separación en EE. UU. (Foto: AP)

En el año 2001 se conoció el particular caso de las niñas María de Jesús y María Teresa quienes nacieron el 25 de julio de dicho año, en la aldea Berlín, de Santo Domingo Suchitepéquez, Suchitepéquez, en el primer parto de Alva Leticia Álvarez, compañera de hogar de Wenceslao Quiej López.

Las niñas, conocidas cariñosamente como “las Mariítas”, nacieron unidas por la cabeza. Días después de ver la luz, fueron trasladadas al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), donde el personal les prodigó cariño, mientras la Fundación Pediátrica de Guatemala hacía los trámites para operarlas.

El 7 de junio de 2002, las siamesas fueron trasladadas en un avión especial hacia Los Ángeles, California, Estados Unidos, donde médicos del Hospital Infantil Mattel, de la Universidad de California (UCLA), lograrían el milagro de la separación. Debido a la pobreza en que vivía la familia Quiej Álvarez, la organización Healing The Children se hizo cargo de los gastos de traslado y operación (unos Q16 millones), y contactó al neurocirujano pediátrico Jorge Lazareff, de nacionalidad argentina, y a Henry Kawamato, especialista en cirugía de reconstitución.

El 5 de agosto del mismo año, las niñas fueron intervenidas. La complicada operación se alargó por más de 10 horas, y unos 50 médicos cirujanos intervinieron en el proceso quirúrgico. Finalmente, fueron separadas en la UCLA, acaparando la atención de los principales telenoticieros, como CNN, Bloomberg Television, MSNBC y AOL.

Después de siete meses de haber viajado en busca de una nueva esperanza de vida, “las Mariítas” regresaron a Guatemala, el 13 de enero de 2003. Las gemelas bajaron del avión vestidas de gala y con diademas que disimulaban los vendajes de sus cabezas. Detrás de ellas descendieron el médico encargado de la operación, Lazareff; Chris Embleton, directora de Healing The Children, y un grupo de enfermeras.

“Las Angelitas”

Cinco años después del nacimiento de “las Mariítas”, el 23 de junio de 2006 nacen “las Angelitas” en el Hospital Nacional de Sololá. Las niñas nacieron unidas por el tórax y compartían el hígado. De inmediato el personal del hospital se encariñó con las niñas y las bautizaron con ese nombre. En un principio la salud de las niñas era estable, por lo que no había prisa de realizar una cirugía de separación y debían de ser trasladadas al Hospital Roosevelt para ser evaluadas.

El parto doble sorprendió al hogar formado por Genseslao Piló y Leticia Xicay, originarios de la aldea Xejuyú, San Lucas Tolimán, Sololá, quienes esperaban un niño, Leticia era primeriza y únicamente fue a dos citas de control. La noticia del nacimiento les desconcertó porque su situación económica era precaria.

Las niñas fueron bautizadas como Ángela Leticia y Ángela Corina. Sus padres tuvieron que luchar con muchas adversidades para que sus pequeñas fueran intervenidas y separadas, sobre todo en el aspecto económico, que les impidió viajar a la capital constantemente. Pero la buena voluntad de muchos guatemaltecos que se unieron para apoyarlos sobre todo económicamente ya que la operación tenía un costo de Q400 mil.

Las evaluaciones realizadas a las siamesas revelaron que Ángela Corina presentaba un corazón estructuralmente primitivo, ya que no se desarrolló completamente durante su crecimiento embrionario por lo que sus posibilidades de sobrevivencia eran pocas. Aún así la lucha continuaba y la operación se mantuvo en pie.

El 16 de agosto de 2006 se realizó la operación, primera en la historia del Hospital Roosevelt en el que separarían a “las Angelitas”. El equipo de médicos lo formaron 24 galenos asesorados por especialistas del Miami Children's Hospital de Estados Unidos. Se usaron dos quirófanos; en el principal se realizó la cirugía de separación y en el otro la reconstrucción de la zona torácica.

A las 7 de la mañana se inició la complicada operación, con la aplicación de anestesia a las bebés. A mediodía se inició el proceso de separación, tres horas después las niñas están separadas e inicia el proceso de reconstrucción del tórax de la primera. A las 17 horas, mientras estaba en el quirófano, Ángela Corina sufre el primer paro cardiorrespiratorio mientras se le reconstruía el abdomen. Minutos después, al ser trasladada al intensivo, sufrió otro paro que logró superar. Sin embargo, dos horas después el corazón de Ángela Corina se detiene por tercera vez y no logra sobrevivir. Por su parte, Ángela Leticia se recupera lenta pero satisfactoriamente.

Los papás de las bebés al conocer el resultado de la operación tuvieron sentimientos encontrados, ya que perdieron a una de sus hijas pero les quedó el consuelo de que una tenía muchas esperanzas de vida.

Un nuevo milagro

Las siamesas Rosa Linda y Ana Rosa, nacieron el 11 de febrero del 2013 en el Hospital Regional de Santa Elena, Quiché, por medio de cesárea. Las pequeñas estaban unidas por la pelvis compartiendo cadera, intestino grueso y la vejiga. Al mes de su nacimiento fueron trasladadas al Hospital Roosevelt para su evaluación y separación. Sus padres, Francisco Castro Chibalán y María Chacaj son personas de escasos recursos y únicamente el padre puede hablar español y tienen dos hijos más. Esto impidió que pudieran visitar a las pequeñas constantemente según personal del hospital.

A pesar de esto, el personal del Hospital Roosevelt les brindó el cariño y atención necesarios mientras llegaba el día su operación, misma que se realizó el 29 de septiembre de 2015 y que hasta el momento del cierre de esta nota las niñas se recuperaban satisfactoriamente. La operación se convirtió en la segunda de este tipo en este nosocomio y tuvo una duración de más de 12 horas, con un equipo de 60 médicos y un costo aproximado de Q500 mil cubierto por el Hospital y donaciones.

ESCRITO POR: