El presidente Enrique Peña Nieto aseguró en enero durante un viaje a Davos, Suiza que “la indicación (para la fiscalía general) es acelerar su trabajo para lograr la extradición lo antes posible”.
De su lado, la procuradora general Arely Gómez llegó a decir que el proceso se demoraría “un año” , luego de una batalla legal con la defensa del capo.
Pero el abogado Rodríguez alegó que “no se pueden brincar tiempos ni formas. Por mucho que camine (el proceso), es una mentira que Peña Nieto pueda terminar el procedimiento de extradición en los plazos que él dice”.
El letrado aseguró que podría recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para interponer una medida cautelar que detenga la extradición y para quejarse de supuestos malos tratos que Guzmán recibe en la prisión.
En tanto, autoridades de Estados Unidos quieren que el capo cumpla condena tras sus rejas, pues tiene procesos abiertos en media docena de ciudades estadounidenses por cargos desde narcotráfico hasta homicidios y secuestros.
Sin embargo, Rodríguez dijo que las dos solicitudes de extradición en curso, una desde el sur de California y otra del oeste de Texas, tienen defectos que podrían hacerlas nulas.
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“Estas primeras peticiones de extradición traen un defecto de forma de origen”, pues están firmadas por una persona que no es el jefe de la misión ni su interino, sin que se justifique que lo firme la directora para asuntos administrativos, explicó.
Humillado por la fuga de Guzmán de una cárcel de máxima seguridad, el gobierno mexicano recapturó al escurridizo capo el 8 de enero pasado.
Las autoridades lo encarcelaron en El Altiplano, el mismo penal del que escapó en julio del 2015 a través de un kilométrico túnel cavado al pie de la ducha de su celda.
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