En segundo lugar, aparecía el exministro del Partido Liberal Rafael Pardo (con 28,56%), seguido de la también excandidata presidencial Clara López, del izquierdista Polo Democrático, con 18,84%.
34 millones de colombianos estaban convocados a los comicios regionales.
32 departamentos del país eligieron por cuatro años a gobernadores y diputados.
1,102 municipios eligieron alcaldes y concejales.
400 mil policías y soldados vigilaron los comicios.
97,625 mesas de votación se instalaron.
Con apenas 12% figuraba Francisco Santos, del Centro Democrático que lidera el expresidente y actual senador Alvaro Uribe, feroz opositor al proceso de paz.
De estas eleciones surgirán las autoridades regionales que implementarán un eventual acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla FARC, previsto para marzo próximo y que busca poner fin a medio siglo de conflicto interno.
“Fueron las elecciones más pacíficas, más tranquilas y más seguras de la historia reciente”, informó el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, tras cerrarse las urnas.
El incidente más grave se presentó en el departamento de Antioquia (noroeste), donde un soldado murió poco antes de iniciarse la jornada electoral en un ataque del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), segunda guerrilla activa en Colombia.
Otros problemas se registraron en los departamentos de Tolima y Meta (centro), en los que algunos contradictores políticos se enfrentaron, pero “fueron rápidamente controlados por las autoridades y la jornada terminó con normalidad”, aseguró el funcionario.
Luego de sufragar temprano en Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos había instado a la tranquilidad.
“Espero que votemos en paz y que esta sea la última elección, la última, después de 50 años de guerra, en que tengamos que acudir a las urnas en medio de un conflicto armado”, dijo.
Estos son los primeros comicios regionales desde el inicio, en noviembre de 2012, de las negociaciones del gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), la mayor y más antigua guerrilla del país.
Las partes, que ya establecieron como fecha límite para sellar un pacto definitivo el 23 de marzo, sostienen conversaciones en La Habana en medio de un alto al fuego unilateral decidido por las FARC y de una suspensión de los bombardeos ordenada por Santos.
Unos 34 millones de colombianos estaban convocados a designar, por cuatro años, a los gobernadores y diputados de los 32 departamentos del país, así como a los alcaldes y concejales de los 1.102 municipios y cientos de representantes de juntas locales.
Custodiadas por unos 400.000 efectivos de la fuerza pública, las 97.625 mesas de votación cerraron a las 16H00 (21H00 GMT) . Según las autoridades, que prevén resultados finales antes de las 18H00 locales (23H00 GMT), la abstención podría mantenerse en el rango histórico cercano al 50%.
Bogotá, Medellín y Cali
En Bogotá, la izquierda perdió luego de gobernar por tres períodos consecutivos.
“Por favor, no se roben los impuestos que es lo que más nos molesta a nosotros. Ver que hacen obras, y quedan a la mitad, todo queda inconcluso, no terminan nada”, dijo a la AFP la votante Elena Castro.
Según el analista Mauricio Vargas, en las elecciones locales los colombianos buscan “ejecutores” que resuelvan sus problemas cotidianos. En la capital, una urbe de ocho millones de habitantes, la movilidad y la seguridad son los principales retos.
En la segunsda ciudad de Colombia, Medellín, Uribe perdía en lo que es considerado como su feudo.
Su candidato Juan Carlos Vélez recogía tan solo el 33,18%, frente Federico Gutiérrez, candidato de centro, que obtenía el 36,05%.
En Cali (oeste), tercera ciudad colombiana, perdía el exvicepresidente Angelino Garzón con 20,46% ante el empresario Maurice Armitage, que cosechaba 39,86%.
Las autoridades deploraron la muerte del soldado en Antioquia, pero celebraron la reducción de hechos de violencia en estos comicios regionales con respecto a los últimos de 2011. Según datos oficiales, las amenazas a candidatos cayeron 75%, los atentados terroristas 64% y los hechos violentos 47%.
Pero el fraude y la compra de votos siguen siendo una preocupación.
En su último balance, la Policía informó que 115 personas fueron capturadas por irregularidades en el marco del proceso electoral y más de 1.695 millones de pesos (unos 580.000 dólares) fueron incautados por ser destinados presuntamente a influir en la votación.