A favor de Rajoy votaron los diputados de su partido, el conservador Partido Popular (137) , los liberales de Ciudadanos (32) y una diputada moderada canaria.
En contra votaron los socialistas (85 diputados) , la coalición de izquierdas Unidos Podemos (71) y veinticuatro parlamentarios de varias formaciones nacionalistas que completan la Cámara.
Rajoy se convierte en el segundo candidato de la historia reciente española rechazado por la Cámara, tras el que sufrió el líder socialista, Pedro Sánchez, en marzo.
Han sido los dos únicos intentos de desbloqueo de la situación política en España, que se prolonga durante ocho meses.
Tal como establece la Constitución española, tras el fracaso de Rajoy se abre un período legal de dos meses en los que el rey Felipe VI podría proponer nuevos nombres para la candidatura a jefe del Ejecutivo, pero si transcurre ese plazo sin un presidente elegido se disolverá el Parlamento y se convocarán nuevas elecciones legislativas para diciembre.
Mientras tanto, Rajoy se mantiene como presidente del Gobierno en funciones, con competencias limitadas.
Bloqueo político
Por su parte, el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, reiteró su rechazó a un Ejecutivo conservador, ya que ahondaría en la fractura social, territorial y económica, que, a su juicio, ha generado el mandato de Rajoy los últimos cuatro años.
Sánchez rechazó que la responsabilidad del bloqueo político corresponda solo a su partido e instó al resto de fuerzas políticas a buscar una solución: “Si actuamos todos, encontraremos una solución y, no les quepa duda, de que los socialistas formará parte de la solución” .
El próximo 25 de septiembre se celebrarán comicios en las regiones de País Vasco (norte) y Galicia (noroeste) , y se podría dibujar un nuevo escenario para que alguna de las formaciones nacionalistas de la Cámara se abra a negociar el sentido de su voto.
Tras el rechazo de Rajoy, la normativa vigente marca la puesta en marcha del mecanismo legislativo por el que se abre un periodo de dos meses para que otros candidatos o el mismo se presenten de nuevo para formar Gobierno.
La propuesta de este nuevo candidato corresponde de nuevo al rey Felipe VI, quien deberá convocar a los líderes parlamentarios para proponer un nuevo candidato.
Si durante ese periodo de dos meses nadie es elegido, Felipe VI disolverá de nuevo el Parlamento el próximo 31 de octubre, como ya pasó en mayo, se convocarán automáticamente nuevos comicios y continuará la situación de bloqueo político que se prolonga desde diciembre del 2015 (256 días) .
La cita electoral celebrada entonces dio como resultado un Parlamento muy fragmentado, con la entrada de los nuevos Ciudadanos (liberales) y Podemos (izquierda) . Los partidos españoles, acostumbrados hasta entonces a gobernar en solitario o con apoyos puntuales, no han conseguido alcanzar un acuerdo desde entonces.