Internacional

El Papa en Auschwitz:  “Señor, perdón por tanta crueldad”

El papa Francisco escribió el viernes en el libro de Honor tras su visita al campo de exterminio nazi de Auschwitz: "Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta crueldad".

El papa Francisco camina a través de las celdas nazi en Auschwitz. (Foto Prensa Libre: AP).

El papa Francisco camina a través de las celdas nazi en Auschwitz. (Foto Prensa Libre: AP).

Dos líneas, escritas en español, con la firma Francisco y la fecha de hoy debajo, fueron las únicas palabras del pontífice sobre las sensaciones de su visita al lugar donde fueron asesinadas 1,1 millones de personas, ya que decidió que no pronunciaría ningún discurso.

Francisco realizó su visita a los campos de extermino en absoluto silencio, excepto cuando saludó a los supervivientes, a un grupo de 25 personas familiares de los llamados “Justos de las naciones”, un título que se les concedió por su ayuda a los judíos, y a las autoridades.

El Pontífice atravesó completamente solo la entrada al campo bajo la inscripción en hierro forjado “Arbeit macht frei” (El trabajo os hace libres) y comenzó así su recorrido silencioso entre barracones.

Durante la visita hubo momentos de gran intensidad, como cuando se detuvo frente al patio donde se llamaba a los condenados a muerte. Allí, el sacerdote polaco Maximiliano Kolbe ofreció su vida a cambio de la de un padre de familia.
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Francisco sentado con los ojos cerrados y en profundo recogimiento estuvo algunos minutos y después besó uno de los postes de madera que servían para las ejecuciones.

Posteriormente, accedió al edificio de ladrillo del Bloque 11 de Auschwitz que alberga la celda subterránea en la que Kolbe murió de inanición.

El Papa permaneció en este lugar solo, rezando durante aproximadamente 10 minutos, en medio de una leve penumbra, sentado en una silla, cabizbajo y con la puerta enrejada abierta a sus espaldas.

Francisco es el tercer pontífice que visita Auschwitz después del polaco Juan Pablo II en 1979 y del alemán Benedicto XVI en el 2006.

Francisco llegó en helicóptero a Auschwitz procedente de Cracovia, ciudad donde pernocta desde que llegó el miércoles a Polonia para una permanencia de cinco días.

Francisco, con el rostro serio y sobrecogido, se trasladó luego en un coche eléctrico al llamado Muro de la Muerte, donde los nazis ejecutaron a miles de prisioneros con un disparo en la cabeza.

  • VIDEO de la visita papal de la cadena Catholic News Service


Allí fue recibido por la primera ministra polaca Beata Szydlo, quien le besó la mano, inclinándose con reverencia.

Francisco, que proviene del país de América Latina con la comunidad judía más numerosa, intercambió unas palabras con cada uno de ellos, y luego encendió una vela ante el muro, que tocó con la mano.

La visita del Papa coincide con el 75 aniversario de la sentencia a muerte a Kolbe.

millón cien mil personas murieron en Auschwitz-Birkenau, entre ellas un millón de judíos.


El vocero papal, Federico Lombardi, advirtió que las palabras escritas en el libro de Honor serían las únicas del Papa en el campo.

El Pontífice latinoamericano visitó después el campo de exterminio de Birkenau-Auschwitz II, donde murieron la mayor parte de las víctimas en cuatro hornos crematorios y donde estaban ubicadas las mujeres.

El gran rabino de Polonia, Michael Schudrich, elogió la decisión del papa argentino de permanecer en silencio durante su recorrido al campo.

“A menudo la gente viene a Auschwitz y guarda silencio sobre el holocausto judío por el resto de sus vidas. En cambio hay que pasar el resto de nuestras vidas, gritando y luchando contra todo tipo de injusticias” , comentó.   

Gesto del papa con los sobrevivientes

El Sumo Pontífice transitó también a lo largo de los carriles construidos por los nazis para permitir que los trenes llenos de deportados llegaran directamente a las cámaras de gas y a los crematorios.

“Estoy muy emocionada. Es el primer papa que habla con nosotros, que vino por nosotros. Tenía la impresión que los otros papas venían a visitar el campo y luego a los supervivientes” , comentó a la  AFP  Janina Iwanska, de 86 años, quien deportada a este campo en agosto de 1944 tras la insurrección de Varsovia.

Algunos aspectos del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial siguen siendo un tema difícil para Polonia, donde los casos de asesinatos y denuncias contra los judíos por parte de la población fueron revelados hace relativamente poco tiempo.

La ceremonia se concluyó por el canto del Salmo 130 cantado por el rabino Schudrich en hebreo, que fue sucesivamente leído en polaco por un sacerdote de una ciudad donde toda una familia católica fue exterminada por haber acogido a judíos.

Antes de irse el Papa saludó y entregó las medallas del pontificado a unos 25 católicos polacos que arriesgaron sus vidas para ayudar a los judíos durante la ocupación nazi, llamados “Justos entre las naciones”  por el Instituto Yad Vashem de Israel.

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