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El papa Francisco pide paz y concordia en el 2021 para desterrar la indiferencia

"Les envío mis mejores deseos de paz y serenidad para el nuevo año", dijo. De pie, detrás de un atril instalado dentro de la biblioteca del Palacio Apostólico, y enmarcado por un árbol de Navidad y un pesebre, desde donde pronunció la tradicional oración del Ángelus.

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El Papa Francisco no acudirá al templo de Santa Sabina en Roma, donde tradicionalmente ha celebrado el Miércoles de Ceniza. Foto de archivo: AFP

El papa Francisco pidió hoy paz, esperanza y concordia en el 2021 para que las sociedades destierren la indiferencia, el egoísmo y la cultura del descarte.

“Los dolorosos eventos que han marcado el camino de la humanidad el año pasado, especialmente la pandemia, nos enseñan lo necesario que es interesarse por los problemas de los otros y compartir sus preocupaciones”, dijo Francisco desde la biblioteca del palacio apostólico y momentos antes del rezo del Ángelus.

Francisco, que no ha presidido las misas de fin de año y de Año Nuevo en el Vaticano por una ciática, sí ofreció unas palabras y rezó el Ángelus con los fieles que le escucharon a través de internet.

“En el umbral de este comienzo, dirijo a todos mi cordial deseo de un feliz y sereno 2021. Que sea un año de fraterna solidaridad y de paz para todos; un año cargado de confiada espera y de esperanzas”, dijo.

El papa pidió fraternidad en las sociedades para que todas las personas ayuden a los otros, les den palabras de consuelo, ternura y solidaridad si lo necesitan.

“La paz se puede construir si empezamos a estar en paz con nosotros mismos y con quien tenemos cerca, quitando los obstáculos que nos impiden cuidar de quienes se encuentran en necesidad y en la indigencia. Se trata de desarrollar una mentalidad y una cultura del cuidado, para derrotar la indiferencia, el descarte y la rivalidad, que lamentablemente prevalecen”, argumentó.

“La paz no es solo ausencia de guerra, sino vida rica de sentido, configurada y vivida en la realización personal y en el compartir fraterno con los otros. Entonces esa paz tan ansiada y puesta siempre en peligro por la violencia, el egoísmo y la maldad, se convierte en posible y realizable”, añadió.

Finalmente deseó que “reine la paz en el corazón de los hombres y en las familias; en los lugares de trabajo y de ocio; en las comunidades y en las naciones”.

Tras el rezo del Ángelus, mandó un mensaje de aliento a la población de Yemen y de Nigeria para que en esos países reine la concordia.

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