Croacia tiene dificultades para controlar el tránsito de esas personas después de que Hungría cerrara su frontera, situación que obligó a los migrantes a cambiar de ruta y dirigirse a Eslovenia. Miles de migrantes se encuentran varados en Croacia y Serbia.
Eslovenia dijo que no permitirá la entrada de unos mil 800 migrantes que lleguen en un tren procedente de Croacia porque más de dos mil personas de antemano ingresaron en un solo día al país.
Las autoridades eslovenas rechazaron una petición de Croacia para que reciba al tren con los migrantes que viajarían desde la frontera con Serbia.
200 mil migrantes han llegado a Croacia
Según la policía, dos mil cien personas ingresaron el domingo, una cantidad cercana al límite que autorizó por día la pequeña nación alpina.
De acuerdo con la prensa local, Eslovenia permitirá este lunes el paso a los migrantes.
En tanto, el ala joven del bloque conservador al que pertenece la canciller Ángela Merkel pidió que Alemania limite el número de solicitudes de asilo que el país otorgue, en contraste con la postura de la dirección del partido.
Merkel enfrenta cada vez mayores exigencias para que Alemania limite el ingreso diario de miles de refugiados, pero ella arguye que carece de sentido imponer una cantidad fija y que las vallas fronterizas no frenarán a los refugiados.
Merkel afirmó que la clave para la solución de la crisis es abordar las causas que han propiciado la oleada de migrantes.
Enfrentamientos
La policía croata bloqueó el paso a decenas de migrantes que buscaban cruzar desde Serbia, ansiosos por continuar su viaje hacia Europa occidental. El recorrido de los migrantes se ha frenado con la nueva ruta que se abrió por Eslovenia, luego de que Hungría cerró un punto de cruce en la frontera con Croacia.
Los migrantes se enfrentaron este domingo a la policía croata en un campo de maíz en la frontera entre Serbia y Croacia, por donde han estado cruzando desde mediados de septiembre. Las tensiones crecieron mientras policías croatas se desplegaron a lo largo de la frontera para detenerlos.
El flujo de migrantes a través de los Balcanes hacia Europa occidental ha disminuido significativamente ya que Eslovenia acordó aceptar solo a 2.500 personas por día, que son muchas menos que el número que llega desde Croacia.
