Los exmandatarios acudieron a las cárceles 26 de Julio en Guárico y Ramo Verde, afueras de Caracas, acompañados por Patricia de Ceballos y Lilian Tintori, esposas de los dos opositores, para conocer el estado de salud de los detenidos tras casi una semana de protesta.
Un piquete de la Guardia Nacional con unos 25 hombres impidió que los expresidentes, las familias de los detenidos y la prensa se acercaran a la entrada de la cárcel de Ramo Verde, donde se encuentra detenido López. En el caso de la 26 de julio – donde fue trasladado Ceballos la semana pasada – solo se le permitió la entrada durante 15 minutos a la esposa del opositor.
“Está muy delgado y debe haber rebajado 6 o 7 kilos, en condiciones de reclusión inhumanas”, dijo luego Patricia de Ceballos sobre su marido.
Pastrana, visiblemente decepcionado, dijo que quiere “retirar” las “palabras” que dijo “ayer jueves del presidente Maduro agradeciéndole el gesto que tuvo con nosotros”, en alusión a que los expresidentes pudieron visitar al alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, quien está preso en su residencia acusado de conspiración.
- Quiroga por su parte hizo una “recomendación” a Maduro: “Usted tendrá que ir a una cumbre en junio con la Unión Europea, con hermanos de América Latina. ¿Usted puede ir con presos en huelga de hambre cuyas vidas corren peligro? ¿Con elecciones sin fecha, con prensa acallada? Va a pasar una vergüenza internacional”.
Asimismo invitó a las presidentas Dilma Roussef de Brasil, Cristina Fernández de Argentina y Michelle Bachelet de Chile, a que se pronuncien sobre la situación de los opositores apresados en Venezuela.
El Defensor del Pueblo venezolano, Tarek William Saab, acusó este viernes a Pastrana y Quiroga de ser “violadores de derechos humanos” que están en Venezuela “haciendo campaña contra nuestro país”.
López y Ceballos están detenidos desde el primer trimestre de 2014 -cuando iniciaron las protestas opositores que terminaron en 43 muertos y cientos de heridos- a disposición de la justicia bajo cargos de conspiración. La oposición los califica de “presos políticos”.
