Internacional

Madre Teresa de Calcuta será canonizada el 4 de septiembre

El papa Francisco firmó el martes el decreto de canonización de la Madre Teresa de Calcuta, ícono mundial de la caridad, que será declarada santa el próximo 4 de septiembre, anunció el Vaticano.

La decisión se tomó durante un consistorio encargado de examinar la causa de la religiosa, que falleció en 1997 y fue beatificada en el 2003.

Con ello, el papa abrió el camino para que la monja que atendía a los más pobres entre los pobres se convierta en una pieza central en su iniciativa de recalcar el lado misericordioso de la Iglesia Católica a lo largo de un año.     

La noticia era esperada, después de que Francisco certificara en diciembre del 2015 un segundo milagro atribuido a la intercesión de la Madre Teresa, salvando el último obstáculo para canonizarla.

La fecha es la víspera del 19 aniversario de la muerte de la religiosa.       

La ceremonia atraerá a decenas de miles de personas para honrar a la pequeña y encorvada monja, que justo un año después de su muerte en 1997 se abrió camino hacia la santidad. San Juan Pablo II, quien fue el mayor defensor de la madre Teresa, la beatificó ante 300 mil  reunidos en la plaza de San Pedro en el 2003.       

Nacida bajo el nombre de Agnes Bojaxhiu el 26 de agosto del 2010 en Skopie, Macedonia, la madre Teresa se unió a la orden de monjas de Loreto en 1928.

En 1946, cuando viajaba en tren de Calcuta a Darjeeling, se sintió inspirada para fundar la orden Misioneras de la Caridad.      

La orden se estableció cuatro años después y desde entonces ha abierto 130 casas a nivel mundial para ofrecer consuelo y cuidado a los necesitados, moribundos, enfermos y los “más pobres entre los pobres” .       

La madre Teresa ganó el premio Nobel de la Paz en 1979 por su trabajo con los indigentes y enfermos de Calcuta, trabajo que continuó incluso cuando ella enfermó. Murió el 5 de septiembre de 1997, a la edad de 87 años.

En esa época, la orden Misioneras de la Caridad contaba con 4.000 religiosas y administraba unos 600 orfanatos, comedores, albergues para gente sin casa y clínicas.       

“Construyó un imperio de caridad” , dijo el reverendo Bernardo Cervellera, editor de la agencia de noticias AsiaNews afiliada al Vaticano. “No tuvo que planear conquistar el mundo. Su idea era ser obediente a Dios” .

Una vida al servicio de los desheredados

  

Monjas Misioneras de la Caridad partacipan en una oración especial.
          
 La religiosa que dedicó la vida al servicio de los pobres y desheredados, Madre Teresa de Calcuta, será canonizada el 4 de septiembre en una ceremonia solemne presidida por el papa Francisco, quien la considera un ejemplo de solidaridad y entrega, pero también de tenacidad y pragmatismo.

Envuelta siempre en su sari de algodón blanco con un borde azul, Madre Teresa, fue durante la segunda mitad del siglo XX el símbolo de la defensa incansable de los pobres.

Galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979, Madre Teresa será declarada santa 19 años después de su muerte, ocurrida en 1997.

La canonización, obtenida gracias a un segundo milagro registrado en Brasil -una curación inexplicable-, se celebrará justamente el año en que el pontífice argentino lo dedica a la Misericordia con un jubileo extraordinario.

La iglesia Católica de India hubiera preferido que la ceremonia se celebrara en Calcuta, donde pasó buena parte de la vida, pero las autoridades eclesiásticas la programaron en San Pedro para honrarla desde el mayor templo de la cristiandad.

Juan Pablo II saluda a la Madre Teresa en la basílica de San Pedro en el Vaticano.

Nacida el 26 de agosto de 1910 en el seno de una familia albanesa en Skopje, capital de la actual república de Macedonia, que pertenecía entonces a Albania, Gonxhe Agnes Bojaxhiu entró en 1928 a formar parte de la orden religiosa Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, cuya sede central se encuentra en Irlanda, tomando el nombre de Teresa en honor de Santa Teresa de Lisieux.

Enviada a Calcuta, en India, enseñó allí durante varios años en una escuela para niñas de las clases altas, antes de recibir la “llamada de las llamadas” , es decir la vocación de servir a Dios a través de los pobres.

El arzobispo de Calcuta en ese momento, Fernando Periers, se negaba a dejarla salir de su orden, aduciendo que era demasiado joven para esa labor pese a que tenía 37 años de edad y tachándola de “novata incapaz de iluminar correctamente una vela” .

Pero ella logró el apoyo de sus superiores e incluso del papa Pío XII.

A principios de 1948 se trasladó a vivir en los barrios pobres de Calcuta, donde sus ex alumnas se convirtieron al lado de ella en las primeras Misioneras de la Caridad.

En 1952, al tener que asistir a una mujer moribunda abandonada en la calle con los pies roídos por las ratas, algo que la conmueve profundamente, decidió volcarse completamente en una nueva tarea: ayudar a los más pobres entre los pobres.

Tras acosar a las autoridades de la ciudad, obtuvo que le cedieran un viejo edificio para dar cabida a los enfermos de tuberculosis, disentería y tétanos, es decir a aquellos que ni los hospitales querían atender.

Decenas de miles de necesitados pasaron por ese “hospicio” : muchos encontraron una muerte digna, siempre en el respeto a su propia religión, otros se recuperaron gracias a los cuidados de las monjas.

En Calcuta, Madre Teresa abrió también un orfanato, Sishu Bhavan, y un centro para leprosos, Shantinagar, donde actualmente se tejen los saris blancos con borde azul que usan las cuatro mil 500 Misioneras de la Caridad repartidas en más de cien países.

Misioneras se unen en oración al lado de la tumba de la Madre Teresa.

Vida austera

En la sede de la congregación, en Calcuta, ubicada en una avenida de la megalópolis de India, Madre Teresa, famosa y premiada en todo el mundo por su labor, condujo siempre una vida austera, compartió con novicios y candidatos, trabajó sin descanso.

Allí murió el 5 de septiembre 1997, a la edad de 87 años, y su tumba suele estar cubierta de pétalos de flores como un homenaje a su figura.

Dotada del sentido de los negocios, en una ocasión le preguntó al papa Juan XXIII si las riquezas del Vaticano podían ser utilizadas para los pobres.

El Papa entonces le donó un Rolls Royce, el cual vendió rápidamente a buen precio en una subasta.

Durante el papado de Pablo VI, la congregación se extendió por el mundo y llegó a fundar casas en América Latina, en particular en Venezuela.

El papa Juan Pablo II reconoció públicamente su admiración por esa monja menuda y a la vez firme, y a mediados de los 80 bendijo la primera piedra de la casa que abrió en Roma para acoger a vagabundos.

El papa Francisco, que la conoció en 1994, reconoció que había quedado impresionado por su carácter fuerte, que le hubiera suscitado “miedo”  si hubiera sido su superior.

Madre Teresa solía decir que su contribución era sólo una “gota en un océano de sufrimientos” , pero que “si no existiera, esa gota le haría falta al mar” .

Sus detractores la acusaban de recibir regalos sin indagar de donde provenían y de haber sido una opositora ardiente del aborto y de la píldora, así como de utilizar su prestigio para denunciar en todo el mundo esas prácticas.

Durante el proceso para su beatificación se descubrió que sufría crisis religiosas y que llegaba hasta poner en cuestión la existencia de Dios.

“Jamás he visto que me cierren una puerta. Creo que eso ocurre porque ven que no voy a pedir, sino a dar. Hoy en día está de moda hablar de los pobres. Por desgracia no lo está hablarle a ellos” , confesó en una ocasión.

Al morir, el gobierno indio le concedió un funeral de Estado y su féretro fue trasladado por gran parte de la ciudad en el mismo carruaje en el que fueron llevados los restos de Mahatma Gandhi.

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