“Ha habido un amotinamiento. Los internos han prendido en parte del establecimiento colchones y a raíz de esto se produjo el incendio”, añadió Ordóñez, sobre los hechos ocurridos hacia las 13 horas locales, en el Centro de Diagnóstico y Rehabilitación Juvenil de Trujillo.
“Los menores de edad fallecieron al parecer asfixiados”, explicó el policía.
Otros 30 menores resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales, según la Defensa Civil y medios locales.
Algunos heridos fueron cargados en brazos hasta ambulancias y camionetas municipales de seguridad ciudadana para ser llevados al hospital.
En el primer momento del incendio, la Policía no pudo abrir las puertas del penal para rescatar a los internos porque se recalentaron por el fuerte calor, según medios locales.
“Por favor, queremos saber la verdad, hay muertos, no están en el hospital. Está adentro mi hijo”, dijo llorando la madre de un interno, según imágenes del sitio web del diario Correo.
Unas tres horas después, los bomberos controlaron las llamas en el penal juvenil, que había sido acordonado por la Policía.
“Ha habido un motín con pérdidas humanas”, dijo Enrique Mendoza, un responsable local de la Defensa Civil, indicando que a los heridos los habían “trasladado a hospitales y clínicas”.
“El fuego se inició en la parte interna del establecimiento. Las puertas (estaban) cerradas, no han podido salir los jóvenes y ha sucedido lo que ha tenido que suceder”, agregó con pesar.
Hacinamiento
Las cárceles peruanas, tanto las de adultos como las de jóvenes, suelen tener problemas de hacinamiento.
Las autoridades no informaron de inmediato de cuántos internos tenía el penal juvenil de Trujillo, pero hace un par de años su director se había quejado de que eran 179 a pesar de que tenía capacidad para 80.
El 9 de junio de 2017, un recluso murió y otros 57 resultaron heridos en una revuelta de presos que se oponían a una operación de seguridad en el hacinado Penal Sarita Colonia de la provincia costera del Callao, vecina a Lima.
El 28 de octubre de 2017, unos 70 internos del penal juvenil de Lima se amotinaron y tomaron como rehenes a dos educadores, quemando colchones y muebles, en un motín que culminó sin víctimas.
Trujillo, la principal ciudad del norte de Perú y visitada el 20 de enero por el papa Francisco, registra altos índices de delincuencia, debido a la acción de bandas criminales y de narcotraficantes.