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“Muerte lenta”: El licor artesanal que empañó el año nuevo con nueve muertes en un poblado de Venezuela

Uno de los primeros síntomas antes de morir fue la perdida de la visión según narraron amigos y familiares de los fallecidos.

El licor artesanal contaba con grandes cantidades de etanol. Fotografía: Prensa Libre.

El licor artesanal contaba con grandes cantidades de etanol. Fotografía: Prensa Libre.

Chivacoa, un poblado de Yaracuy en Venezuela no olvidará fácilmente el año nuevo 2023. La celebración que daría pie a un nuevo año con metas y oportunidades terminó con un luto colectivo.

Nueve personas murieron después de haber bebido un licor artesanal, que fue bautizado por los comunitarios como “muerte lenta”, tras el trágico desenlace de la celebración.

Como es habitual en este tipo de celebración, la música y la bebida se extendió hasta el amanecer, las bromas entre los asistentes eran habituales a medida que iban consumiendo sus bebidas.

La mayoría de participantes eran artistas de la comunidad, incluso algunos de los comunitarios han relatado que muchos de los fallecidos más que ser amigos eran incluso hermanos, eran como una gran familia.

Los síntomas que comenzar a tener tras la celebración no eran los de una resaca normal, en vez de tener dolor de cabeza y quizá algunas nauseas los afectados comenzaron a tener problemas de visión.

Poco a poco comenzar a quedarse ciegos, mientras que dolores intensos se hacían presentes en el área abdominal , finalmente el daño era tal que uno a uno los nueve afectados fueron perdiendo la vida.

¿Por qué murieron?

Las autoridades se encuentran investigando el origen de este licor, no ha sido posible llegar hasta el distribuidor o productor porque la persona que llevó la bebida para la fiesta se encuentra entre las personas fallecidas.

Algunos informes forenses, según medios locales, dan cuenta que la bebida contaba con un porcentaje sumamente elevado de etanol, sustancia que sirve para causar los efectos embriagantes en las bebidas alcohólicas.

Pero una ingesta excesiva de la misma causa serios daños a la salud que van desde problemas hepáticos irreversibles, pérdida de visión y en el peor de los casos, la muerte, tal y como ocurrió con esta comunidad venezolana en las vísperas del año nuevo a causa de la ingesta de la “muerte lenta”.

 

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