Tyler es un escalador avezado y tiene varias cumbres alcanzadas junto a su padre, quien lo acompañó en el desafío realizado en Argentina.
Kevin Armstrong, de 30 años, tuvo que gestionar un permiso especial de la justicia mendocina para encarar la travesía, que fue apoyada por cientos de personas a través de las redes sociales.
“El Parque Provincial Aconcagua no permite que suban los menores de 14 años, entonces tuvieron que tramitar una autorización judicial para poder ingresar”, dijo Nicolás García, organizador de la expedición a C5N.
García explicó que Tyler “no es el primer niño que sube al Aconcagua, pero es el de menor edad”.
Al respecto, recordó que ya hicieron cumbre adolescentes mendocinos de 13 y 14 años y el año pasado uno de 11.
“La ruta que hicieron no es la más difícil pero tampoco la más sencilla. Debe haber cargado poco peso, pero caminando él los 6.970 metros los hizo solito. Hizo cumbre el día de Navidad”, agregó García.
El padre y su hijo, junto al sherpa (poblador del Tibet) Lhawang Dhoundup, realizaron el ascenso junto a guías de montaña locales.
El padre, de nacionalidad inglesa pero radicado desde hace años en California, argumentó ante la justicia que su hijo cuenta con la experiencia de haber escalado con él el Kilimanjaro (5.895 metros) en Tanzania.
“¡Estoy super orgullosa de tí cariño! ¡Ahora puedo dejar de preocuparme!¡Aunque probablemente seguirás preocupándome si sigues siendo tan aventurero!” , escribió la madre Priscilla Armstrong en Facebook.
En la página de internet, especialmente creada para seguir el itinerario de la expedición, anunciaron hace menos de un mes que salían el 7 de diciembre y que pensaban hacer cumbre entre el 26 y 29 de diciembre.
El pequeño montañista escaló el Aconcagua con una misión solidaria: difundir la organización “Cure Duchenne”, abocada a informar sobre una forma de distrofia muscular que afecta a 300 mil niños en todo el mundo.
“Ellos no pueden caminar y eso es como lo opuesto a mí. Quiero que suban conmigo cuando encontremos una cura”, manifestó Tyler.
