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Ola de cambios en la Casa Blanca

El Partido Demócrata propone una agenda interna a favor de las libertades sociales, reforma policial y sacar a Estados Unidos del aislacionismo internacional.

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Joe Biden. Foto: AFP

Joe Biden. Foto: AFP

El próximo 3 de noviembre se definirá quién ocupará el cargo político más poderoso del mundo: la presidencia de los Estados Unidos. Atravesamos un momento histórico en medio de una pandemia y una recesión global en donde la democracia está bajo amenaza. Frente a este contexto, es necesario hacer un análisis de los posibles escenarios para cada uno de los candidatos.

En este texto evaluaremos la propuesta de binomio del Partido Demócrata y las implicaciones que tendría su posible victoria para Centroamérica.

Antes de evaluar las propuestas del Partido Demócrata, vale la pena hacer un pequeño y general recorrido histórico de los valores que este representa. Con sus más de doscientos años en la escena política, el Partido Demócrata es la agrupación política más antigua en los Estados Unidos y está entre las más antiguas de todo el mundo.

Naturalmente, durante este tiempo, sus valores han sufrido algunas transformaciones. En el siglo XIX, después de la Guerra Civil, los demócratas se mostraron “tolerantes” con la esclavitud para preservar los votos en el sur. A mediados del siglo XX experimentó una reinvención en la que se presentó como un partido que apoyaba a los trabajadores organizados, los derechos civiles de las minorías y la reforma progresista.

Con el New Deal de Franklin Roosevelt, en la década de 1930, tuvo un giro particularmente interesante al favorecer una mayor intervención del gobierno en los asuntos económicos y menor intervención en la esfera privada de los ciudadanos.

Hoy, el Partido Demócrata apoya y propone una agenda interna a favor de las libertades sociales, reforma policial, sistema de seguros de salud universales, entre otros temas. Y en materia económica tienen una visión más intervencionista del Estado con impuestos más altos para los más ricos, salario mínimo federal más alto, aumento del gasto público en materia de infraestructura, reformas de los programas sociales, entre otras propuestas.

El sistema de partidos en los Estados Unidos, permite que dentro del mismo partido existan posiciones moderadas y radicales respecto de sus valores. Hay personajes más cercanos al centro, y otros, más radicales. Joe Biden entra en la categoría de demócratas de centro, moderados; mientras que personajes como Kamala Harris, Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez representan el ala más radical.

En los últimos años, la base conservadora de este partido se ha reducido, mientras que la base progresista —votantes jóvenes, blancos urbanos, minorías y mujeres— está en aumento. Por esta razón, resulta interesante que el candidato del partido sea un moderado.

El cálculo es apostarle a ser competitivos frente a Donald Trump —quien conecta más con el ala más conservadora republicana— y para esto es necesario presentar una oferta que resulte atractiva para el votante medio.

Por otro lado, Kamala Harris, es un personaje asociado a los valores más radicales del partido; y, por lo tanto, el resultado de una combinación de ambos en la boleta presidencial permite al Partido Demócrata ampliar su base de votantes. Aunque esta es una apuesta interesante, el escenario puede ser muy similar al de 2016 cuando Hillary Clinton ganó el voto popular, pero perdió el colegio electoral permitiéndole a Trump declararse ganador.

Es decir, es posible que en esta oportunidad el Partido Demócrata nuevamente logre obtener una mayoría en los votos populares, pero no los suficientes en el colegio electoral con lo cual, los Republicanos lograrían la reelección.

Un punto que quizá vale la pena mencionar es que, dada la avanzada edad de Joe Biden, Kamala Harris, una mujer joven, se perfila como una potencial candidata a la presidencia para las próximas elecciones e incluso, se ha discutido la posibilidad de asumir como presidenta si la salud de Biden cae en deterioro y no le permite completar el periodo de los 4 años.

En materia de relaciones internacionales, una victoria del Partido Demócrata podría devolverle a Estados Unidos una postura más agresiva para mantener la seguridad global y promover el orden democrático según expresó Biden en un artículo publicado en Foreign Affairs. Esto sería un giro interesante dado que Trump adoptó una política exterior aislacionista.

Para Centroamérica, la propuesta demócrata gira en torno a una estrategia regional integral de cuatro años y US$4 mil millones para resolver problemas que provocan la migración irregular. Los cuatro puntos clave en los que se desarrolla son: movilizar la inversión privada en la región; mejorar la seguridad y el Estado de Derecho; combatir la corrupción, priorizar la reducción de la pobreza y promover el desarrollo económico.

Para el Triángulo Norte, una victoria de Biden podría implicar el resurgimiento del Plan para la Prosperidad que tiene por enfoque el desarrollo económico de los tres países para reducir la migración irregular. Además, para temas de corrupción, podría preverse un menor grado de tolerancia con funcionarios acusados de estos delitos.

El resultado de estas elecciones podrían ser un parteaguas en la historia de los Estados Unidos y el mundo.

La victoria del Partido Demócrata podría significar una ola de cambios en materia económica y social dentro del país. El mundo entero tiene puestos los ojos en la Casa Blanca y las próximas elecciones que determinarán la influencia de los Estados Unidos en los asuntos globales. Es fundamental recordar la importancia que tiene este cargo y la responsabilidad institucional a la que se comprometen personajes como Biden y Trump.

* Directora de Estudios Internacionales, Fundación Libertad y Desarrollo