Internacional

 Atentados suicidas en Pakistán dejan 13 muertos

Al menos 13 personas murieron y 40 resultaron heridas el viernes en un atentado suicida ante un tribunal de Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste de Pakistán, en el segundo ataque suicida de la jornada en esta provincia, luego del registrado en un barrio cristiano que causó cinco muertos.

Lugar donde sucedió el ataque suicida que dejó varios muertos en Pakistán. (Foto Prensa Libre: EFE)

Lugar donde sucedió el ataque suicida que dejó varios muertos en Pakistán. (Foto Prensa Libre: EFE)

Un terrorista suicida detonó las bombas que portaba en torno a las 09.30, hora local (06.30 GMT), en la entrada de un tribunal de la ciudad de Mardan, informó a EFE un portavoz de los servicios de rescate de la urbe, Haris Habib.

El suicida lanzó una granada contra los policías que hacían guardia en la entrada de la corte y después trató de entrar en el edificio sin éxito, ya que fue alcanzado por los disparos. No obstante, hizo explotar las bombas que llevaba consigo, precisó a Efe un portavoz policial de la ciudad, Faisal Shehzad.

Se trata del segundo atentado del día en esta región paquistaní, tras el ataque a un barrio cristiano en Peshawar, capital de Khyber Pakhtunkhwa, en el que murieron cinco personas: los cuatro atacantes y un civil.

El ataque contra el barrio cristiano comenzó en torno a las 06.00, hora local (03.00 GMT), cuando el grupo de insurgentes con chalecos bomba entró en el barrio, lanzó dos granadas contra una iglesia e inició un enfrentamiento las fuerzas de seguridad, informó a EFE el portavoz de la Policía de Peshawar Mohamed Usman.

El grupo talibán Jamaat-ul-Ahrar (JuA), responsable de los últimos grandes atentados en el país, reivindicó ambos ataques, según los medios paquistaníes.

Estos atentados se producen un día después de que el director general de la oficina de relaciones públicas del Ejército (ISPR, en inglés), Asim Bajwa, resumiese los logros de una operación militar en las zonas tribales puesta en marcha en junio del 2014.

En ese operativo han muerto unos tres mil 500 insurgentes, según el Gobierno con cifras no verificadas independientemente sobre una operación que ha provocado un millón de desplazados internos.

Oficinas ensangrentadas

Los equipos de socorro trataban de operar en medio de restos humanos y oficinas devastadas y ensangrentadas, según indicaron testigos.

“Hay polvo por todas partes, y la gente grita de dolor”  relata Amir Hussain, presidente del Colegio de abogados de Mardan, que se hallaba en una oficina vecina al lugar de la explosión.

Con el traje cubierto de sangre, contó haber “recogido a heridos para colocarlos en coches hacia el hospital”. “No sabía si los que llevábamos estaban muertos o vivos” .

Los abogados son atacados ya que “son un elemento importante de la democracia y estos terroristas se oponen a la democracia”  explicó.

Por otro lado, a 60 km de Mardan, otro ataque se produjo al alba en un barrio cristiano de la periferia de Peshawar, donde los cuatro kamikazes armados y un guardia que vigilaban la zona resultaron muertos, según el ejército.

Los militares, apoyados por helicópteros, intercambiaron disparos con los asaltantes que atacaron este barrio, cercano a la presa de Warsak, justo al norte de Peshawar, capital provincial del Khyber Pakhtunkhwa.

Una facción de los talibanes paquistaníes, Jamaat-ul-Ahrar  (JuA) , reivindicó el ataque en un mensaje, afirmando que los kamikazes habían matado a numerosos “infieles” . Los talibanes suelen exagerar sus balances.

Esta facción del movimiento talibán paquistaní  (TTP) también reivindicó los dos ataques más sangrientos del 2016: un atentado suicida contra cristianos en Lahore  (centro) que causó 75 muertos el fin de semana de Pascua, y el que se produjo contra abogados en Quetta  (sudoeste) que se saldó el 8 de agosto con 73 muertos.

Las discriminaciones y la violencia afectan a diario a las minorías en Pakistán, república islámica en la que más del 90% de la población es musulmana.

El ejército mantiene desde junio del 2014 una operación para desmantelar las bases de la miríada de grupos islamistas armados que operaban hasta entonces de forma impune, en especial en las zonas tribales del noroeste del país, fronterizas con Afganistán.

Los atentados se han reducido notablemente en el último año, aunque en los últimos meses se han registrado dos de gran envergadura, el último de ellos hace menos de un mes en la ciudad de Quetta (oeste) que acabó con la vida de 71 personas, la mayoría abogados.

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