Sus sindicatos llamaron a mitines en unas 60 ciudades del país. La más importante, en la emblemática plaza de la República de París, en la que se reúne cada noche desde fines de marzo el movimiento ciudadano Noche en Pie, y en la que se manifestaron varios cientos de policías.
Paralelamente, un colectivo que denuncia la violencia de los policías llamó también a manifestar en el mismo lugar inmediatamente antes de la hora prevista por el mitin de los policías, pero esa manifestación fue prohibida por las autoridades.
Pese a la prohibición, unas 300 personas se congregaron gritando invectivas contra la policía, antes de ser desalojadas de la plaza por agentes que utilizaron gases lacrimógenos.
Poco después, no lejos del lugar, un grupo de esos manifestantes cruzó un automóvil de la policía, al que golpearon con barras de hierro, obligando a salir a los dos agentes que se encontraban en el, y luego lo incendiaron lanzando un cóctel molotov dentro del vehículo.
Los dos policías sufrieron contusiones leves. El automóvil fue totalmente calcinado.
“Se puede entender que las fuerzas del orden estén un tanto exasperadas”, comentó el miércoles el director general de la Policía Nacional, Jean-Marc Falcone, afirmando que los policías “son agredidos verbal y físicamente” cuando “están sometidos a una fuerte presión desde los atentados de enero del 2015”.
Unos 350 policías fueron heridos durante las manifestaciones sociales de las últimas semanas, según las autoridades.
“Nunca había visto eso”, dijo Arnaud, integrante de las unidades antimotines, sosteniendo que los grupos de manifestantes violentos “están perfectamente organizados, nos tiran todo lo que encuentran, sin saquear, para causar destrozos y agredir a los polis”.