El "Avión del Juicio Final" de Estados Unidos, también conocido como "Doomsday Plane", es una herramienta crucial heredada de la Guerra Fría. Concebidos como Centros Nacionales de Operaciones Aerotransportadas, estos aviones están diseñados para garantizar la continuidad del gobierno en situaciones extremas, como un ataque nuclear.

Equipados con una sofisticada tecnología de comunicación, incluyendo sistemas satelitales y de radio, estos aviones pueden mantener el contacto con unidades militares y civiles en cualquier parte del mundo. Además, cuentan con medidas de seguridad como blindaje térmico y nuclear, así como protección contra ciberataques.

Estos aviones, basados en la plataforma del Boeing 747-200, están equipados con una amplia gama de comunicaciones y tecnología de última generación. Su capacidad de repostaje en vuelo y su resistencia operativa les permite permanecer en el aire durante períodos prolongados, con una tripulación en constante alerta y provisiones para semanas. Además, cuentan con medidas de protección contra amenazas externas, como rejillas de protección de pulso electromagnético en las ventanas y sistemas de gestión acústica.

En resumen, el "Avión del Juicio Final" representa una pieza crucial en la estrategia de continuidad del gobierno de Estados Unidos, con capacidades avanzadas que aseguran su funcionalidad en los momentos más críticos.