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¿Qué quiere Trump en realidad de Canadá y México?

El presidente Donald Trump dejó claro desde hace tiempo que utilizaría los aranceles como un mazo económico contra las naciones que se nieguen a doblegarse a sus exigencias.

Claudia Sheinbaum (NYT)

La presidenta Claudia Sheinbaum de México durante su conferencia de prensa diaria en el Palacio Nacional en la Ciudad de México, el 5 de febrero de 2025. (Foto Prensa Libre: Luis Antonio Rojas/The New York Times)

Ha sido mucho menos claro sobre cuáles son exactamente esas exigencias, una estrategia que le permite declarar la victoria cuando lo considera oportuno.

Trump ha dicho que quiere que Canadá y México detengan el flujo de migrantes en la frontera y reduzcan los envíos de fentanilo. Pero, al menos públicamente, solo ha ofrecido puntos de referencia vagos para medir su cooperación. Al preguntarle el lunes si había algo que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, pudiera ofrecer para evitar los aranceles, Trump dijo: “No lo sé”.

“Tenemos grandes déficits con Canadá, como los tenemos con todos los países”, dijo Trump desde el Despacho Oval. “Me gustaría que Canadá se convirtiera en nuestro estado número 51”.

Al final, Trump decidió aplazar 30 días la imposición de aranceles a Canadá y México, eludiendo una crisis que podría haber sacudido la economía mundial. Sugirió que había logrado que los vecinos de Estados Unidos hicieran concesiones: Canadá nombró a un “zar del fentanilo” y puso en marcha una fuerza de ataque conjunta para combatir el crimen organizado y el lavado de dinero. México, dijo Trump, prometió reforzar la frontera entre Estados Unidos y México con 10.000 miembros de su Guardia Nacional.

Sin embargo, no quedó claro en qué sentido esas medidas son una concesión importante. En una publicación en las redes sociales, Trudeau describió las acciones que ya estaban en marcha en el marco del plan fronterizo de su país de 1300 millones de dólares, incluido el despliegue de tecnología y personal adicionales en la frontera. Según los datos federales, apenas una pequeña parte del total de las incautaciones de fentanilo se produce en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.

México ya había intensificado la vigilancia fronteriza antes de la amenaza arancelaria de Trump y los cruces ilegales habían disminuido de manera considerable. Durante los primeros cuatro meses de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, las fuerzas de seguridad mexicanas han llevado a cabo importantes incautaciones de fentanilo y han intensificado las operaciones para localizar y destruir laboratorios clandestinos de fentanilo. Las muertes por drogas en Estados Unidos disminuyeron el año pasado tras años de incesantes picos de sobredosis.

“Prospera en el caos, prospera en la incertidumbre”, dijo de Trump John Feeley, quien fue embajador de Estados Unidos en Panamá y jefe adjunto de misión en México. “No necesita tener una métrica. Cometen un error si creen que está sentado ahí con una hoja de cálculo. No es así. Está ahí sentado mirando titulares”.

La ambigüedad sobre los detalles de las exigencias de Trump parece formar parte de su estrategia al igual que la amenaza misma de los aranceles. Dejar sus exigencias en una especie de misterio le permite decidir cuándo poner fin a la negociación.

Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo el lunes que Trump había sido “asombrosamente claro” sobre su razonamiento para imponer los aranceles.

“El aumento ilegal de drogas mortales y de seres humanos que hemos visto que se trafican por la frontera sur y la frontera norte”, dijo Leavitt. “El presidente les está dejando muy claro tanto a Canadá como a México que Estados Unidos ya no va a ser un vertedero de drogas mortales ilegales ni de seres humanos ilegales”.

Canadá ha intentado argumentar directamente que ya estaba haciendo muchas de las cosas que Trump pedía. Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, visitó Estados Unidos cinco veces desde que Trump ganó las elecciones, lo cual dejó a Tom Homan, zar de fronteras de Trump, optimista sobre su trabajo.

En una entrevista, Joly dijo que vio a Homan en Washington el viernes y compartió una explicación de dos páginas y un video en cámara rápida de su trabajo en la frontera para argumentar que Canadá se tomaba en serio la seguridad fronteriza.

Homan dijo en una entrevista durante el fin de semana que Canadá estaba “mejorando” su seguridad fronteriza, pero afirmó que Trump “no cree que hayan hecho lo suficiente, y esa será su decisión”.

Trump mantuvo la amenaza de imponer aranceles a Canadá hasta el lunes.

Es probable que la promesa de México de reforzar la aplicación de la ley en la frontera le sea de ayuda a Trump cuando intente imponer amplias restricciones para rechazar a miles de migrantes. Sin duda, algunos funcionarios estadounidenses han expresado en los últimos años su preocupación por el hecho de que México no estuviera priorizando sistemáticamente las medidas de seguridad fronteriza.

Pero México ya había acordado reforzar la vigilancia de la frontera hace aproximadamente un año, después de que el gobierno de Biden comenzó a manifestar su preocupación por el hecho de que México no vigilara suficientemente bien sus propias fronteras. Los cruces ilegales de la frontera han disminuido de manera evidente. México también acordó desplegar 10.000 soldados para ayudar a hacer cumplir las leyes migratorias en 2021, sin la amenaza de aranceles. Leavitt dijo que el despliegue anunciado el lunes sería permanente.

En las dos semanas transcurridas desde que asumió el cargo, Trump ha mostrado su disposición a utilizar la fuerza bruta en la escena mundial. Amenazó con imponer aranceles a Colombia por negarse a aceptar vuelos militares estadounidenses de migrantes deportados y Colombia, de inmediato, retiró lo dicho.

Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute, comentó que aún no se definía qué tendrían que hacer México y Canadá para evitar los aranceles estadounidenses. Pero mientras tanto, dijo, es probable que tanto Trump como Sheinbaum se beneficien políticamente del resultado de sus intercambios.

Trump puede presumir de que logró que se enviaran más soldados a la frontera, y Sheinbaum puede celebrar sus esfuerzos por enfrentarse a Trump con determinación.

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“Creo que al gobierno mexicano le gustaría saber cuál es desenlace, pero la naturaleza fluida de la negociación probablemente ayuda a ambas partes”, aseguró Selee.

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