Según el Centro Sismológico Euromediterráneo, el terremoto tuvo lugar a las 17.10 hora local y el epicentro se situó a seis kilómetros de la capital.
El sismo, cuya magnitud alcanzó los 5,9 grados en la escala de Richter y tuvo su epicentro en el noroeste de Tanzania, muy cerca de Uganda y Rwanda, tuvo una pequeña réplica en la noche de ayer, que no ha causado graves daños.
El terremoto se sintió con fuerza porque fue muy superficial, a una profundidad de cuatro kilómetros.
Según pudo comprobar EFE, en muchos edificios había daños superficiales y ventanas rotas, mientras que en las casas se cayeron estanterías y cuadros de las paredes.

En la región tanzana de Kagera, la más afectada por el terremoto, cerca de 850 casas han quedado totalmente destruidas, según las autoridades de esta zona.
Un total de 83 pacientes han sido dados de alta del hospital tras recibir tratamiento y el Gobierno local está llamando a los ciudadanos a donar sangre para ayudar a los heridos que se encuentran en estado crítico.
El terremoto del sábado es el más intenso registrado nunca en ese país, según la agencia gubernamental Geological Survey of Tanzania.

El terremoto también se sintió con gran intensidad en el sureste de Uganda, y se percibió en Kenia, Ruanda y Burundi, donde sin embargo no se han registrado graves desperfectos.