Guatemala

Travesía de fe

Peregrinos motorizados de diferentes partes de la provincia y de otros países convergerán el próximo sábado en el parque central capitalino, para unirse a la Caravana del Zorro, que parte ese día, a las 7.30 horas, hacia Esquipulas, Chiquimula, para visitar la imagen del Cristo Negro.

Foto Prensa Libre (Archivo)

Foto Prensa Libre (Archivo)

Los vecinos de Esquipulas volverán a vivir la noche más ruidosa del año en esa ciudad, ya que unos 40 mil motociclistas, recorrerán los 222 kilómetros de la ruta del peregrino para llegar la Basílica, en este legado de fe motorizado que llega a su 53 aniversario.

La Caravana del Zorro, la romería motorizada más grande de Latinoamérica, comenzó en 1961, cuando 10 amigos hicieron el recorrido. Desde entonces el número de participantes fue aumentando cada año. En 1995, una empresa de motocicletas empezó a patrocinar la Caravana y se convirtió en una romería masiva, y en el 2011 fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.

La travesía fue bautizada Caravana del Zorro, en memoria de Rubén Villadeleón (q. e. p. d.), uno de sus iniciadores, a quien llamaban con ese apelativo.

En la actualidad, la Caravana es encabezada por Eddy Villadeleón, hijo de Rubén, y patrocinada por empresas importadoras de motocicletas y sus accesorios, que durante el recorrido brindan asistencia mecánica y técnica a los participantes.

Organizan la revisión de motos gratuita en el parque Érick Barrondo, aunque este año, el Ministerio de Cultura lo autorizó demasiado tarde, por lo que las firmas patrocinadoras optaron por hacerla en sus sedes.

Para muchos, la Caravana parece una aventura, pero Eddy Villadeleón no olvida su origen. “Es un legado de fe, cuyo propósito es la veneración del Cristo de Esquipulas”, afirmó.

En este sentido, recordó que tampoco es competición, por lo pidió a los participantes que no conduzcan a excesiva velocidad.

Miguel Grajeda, presidente del comité organizador, solicitó que se no consuman bebidas alcohólicas, para evitar tragedias.

En Esquipulas, autoridades religiosas y civiles, así como comerciantes, preparan la bienvenida.

Jaime Rosa, hermano de la comunidad benedictina que administra la Basílica de Esquipulas, indicó que han contado el número de motoristas y no es tan grande como se promociona; pero pidió a los participantes que no olviden el objetivo principal de la Caravana, que es espiritual.

“Sabemos que aproximadamente un 50 por ciento de los motoristas viene a venerar la imagen del Cristo, mientras que para el resto es solo una distracción, debido a la publicidad. Por ello, es necesario que retomen la esencia de la peregrinación”, expuso.

Hamblin Duarte, del Comité de Autogestión Turística, invitó a los peregrinos que después de la visita al Cristo Negro aprovechen el viaje para conocer sitios turísticos del lugar, como el parque recreativo Chatún, la Piedra de los Compadres y el zoológico.

El concejal José Espina comentó que ya se coordinó con organizadores y autoridades para garantizar la seguridad y el orden.