De los miles de lectores que sé que me leen cada domingo, este artículo está dedicado a ellos, porque sé que la mayoría se interesan en que tengamos un planeta mejor. Al igual que Michael Jackson dijo “This is it!”, cuando estaba preparando su concierto, hoy adopto esta misma expresión “This is it” (Al fin). ¿Por qué? Porque finalmente la presentación de mi libro Extreme Adventure en inglés y Aventura Extrema en español —obras que habían sido publicadas hace un año y medio en Guatemala por la Compañía Paz Editores— ¡ahora salen a la luz mundial!

Trafford Publishing Company ha puesto su grano de arena para que cualquier ciudadano del mundo tenga acceso a la nueva versión que publicaron y que hoy podemos encontrar en Amazon, tanto en pasta suave como en e-book. Sin embargo, en Sophos y Artemis y Edinter podemos encontrar las últimas copias de lujo en la versión original y el resto de copias de lujo podrían ser colocadas en librerías, restaurantes y hoteles de la Ciudad de Antigua Guatemala, donde llegan muchos turistas.

Es importante aclararles que la anterior presentación del libro en Guatemala y en Coral Gables fue tan solo el comienzo. Me prestó toda su ayuda la Cooperación Alemana —GIZ en Guatemala y otra parte fue gracias a Paul Mitchell Systems. Pero al César lo que es el César, ya que sin el esfuerzo inicial de Fredy Paz, de Paz Editores, que creyó en mí, no tendríamos hoy esa impecable presentación del libro que proyecta el deshielo que sufrimos, lo que nos está ocasionando y el paralelo que existe entre el declive de la civilización Maya y el cambio climático que vivimos en el presente.

Para la realización de este libro y una película sobre el tema, salí a finales del 2007 de las selvas mayas hacia el Polo Norte. Esta travesía fue necesaria para comprobar mi hipótesis de que los cambios climáticos que llevaron a muchas antiguas ciudades mayas a su declive tienen mucho en común con los cambios climáticos que hoy enfrentamos. Para apoyar esta teoría me entrevisté con geógrafos, arqueólogos, antropólogos, así como científicos de mucha reputación. Lo que siguió fue una travesía extrema a la deriva polar, a bordo de un velero y no de un tradicional “rompehielos”. La nave estuvo atrapada entre las placas de hielo y caminaba a 800 metros por hora con los osos polares al acecho, lo que constituía en un verdadero peligro minuto a minuto; ya sea por un corto circuito en la nave o un choque con los glaciares. Además, al caminar en la superficie de hielo, que tenía apenas un metro y medio de espesor, podía resbalar en un hoyo hacia el profundo mar Ártico, compuesto por 4,000 metros de agua. Mi reto diario era evitar morir congelada y ahogada.

¿Creen Uds. poder ayudarme a perseguir este sueño? Sé que nadie es profeta en su tierra, pero me da ilusión pensar que en Guatemala sí me ayudarán con mi lucha. Los necesito para diseminar mi mensaje. Siento que es válido porque el libro fue escrito con mucha sinceridad para transmitirle al mundo que vale la pena cuidar el planeta en que vivimos y que entiendan por qué está ocurriendo el cambio climático. Después de leerlo, siéntase en la libertad de sugerirlo a familiares, amigos, colegas u otras organizaciones ambientales; universidades, directores de escuelas, o directores de empresas importantes, o sencillamente que pueda ser un libro para los colegios. Toda la ayuda para diseminar el mensaje es bienvenida y necesaria. ¡Aventura Extrema pide que actuemos ahora!

vidamordepaz@yahoo.com