DE MIS NOTAS

Análisis del manejo del Cambray 2

|

Les comparto el análisis que varios expertos en desastres me hicieron llegar: “A nivel internacional los expertos, una vez concluida la fase de crisis e iniciada la fase de recuperación, realizan un debrief para evaluar desempeño, oportunidades de mejora y lecciones aprendidas. A continuación una síntesis:

1. Principal lección aprendida: ¡NO suspender las labores de rescate las primeras 72 horas posteriores al evento, pues esto reduce la esperanza de vida de algún sobreviviente! Nos tomó por sorpresa la suspensión del rescate dentro de las primeras 24 horas. Por primera vez en la historia de las emergencias en Guatemala se suspendieron las labores de rescate por las noches, vedando con ello la posibilidad de rescatar con vida a posibles sobrevivientes. Esto, en cualquier manual de emergencias, es un craso error. ¡Mucho menos permitir el ingreso de maquinaria a la zona crítica!

2. Rotación del mando a cargo: durante la tragedia del Cambray 2, era evidente el descontrol en las acciones que cada institución realizaba. La envergadura había superado la respuesta institucional de la Conred. Una persona tenía a su cargo la toma de decisiones y responsabilidad de las mismas. Esta misma persona atendía a la prensa, giraba instrucciones, requería información, apoyo y tantas otras acciones que con el paso de las horas su personalidad, educación y razonamiento se fueron degradando por el cansancio. Ello se evidenció en todos los medios de prensa y redes sociales. En futuras emergencias, debe considerarse una transición de mando para que descanse la persona a cargo y otra la releve, así como la implementación de las siguientes acciones:

a. Como en una empresa, un jefe de incidente debe delegar funciones y actividades, así como implementar sistemas de gestión que le permitan: -Conocer la necesidad de la emergencia, en personal, maquinaria, logística, prensa, seguridad y otras actividades. -Realizar monitoreo periódico a la zona de emergencia, con equipos de emergencia, y realizar correcciones de campo.

2. Voluntariado: los guatemaltecos desbordaron una vez más su solidaridad. El deseo de participar y compartir algún recurso o acción durante el evento fue evidente. Muchos aportaron su voluntariado social haciéndose presentes a la tragedia, en donde al evidenciar el cansancio de los rescatistas y escuchar el clamor de las familias actuaban por cuenta propia. Era tal la magnitud del desastre que no había quién regulara el ingreso, y con el pasar de las horas esto fue cambiando en tanto se tomaba el control, pero en el cambio ya no se consideró la participación de voluntarios y se cerró la oportunidad de asistencia.

3. Transparencia en el manejo de los recursos y rendición de cuentas: a. Se deben documentar las donaciones, en especial valores como el efectivo y combustible, registrando maquinaria, equipo, kilometraje, así como las personas que lo utilizan, generando reportes periódicos de ingresos, egresos y saldos de los combustibles y eficiencia por galón. Un camión no puede gastar un tanque de combustible por viaje. b. Capacitar a las organizaciones e instituciones deseosas de convertirse en centros de acopio antes de un evento, para que conozcan cómo implementar un centro de acopio, como documentar la asistencia, clasificación de la asistencia, así como el registro de los ingresos y entregas de la misma.

4. Asistencia humanitaria internacional: por razones inexplicables —quizás celo institucional— se negó el acceso a los Topos mexicanos. Los voluntarios extranjeros deben ser recibidos en el país. Japón, uno de los países más desarrollados en respuesta a nivel mundial, lo permite. Es un acto de buena fe, que hermana a la comunidad internacional. Hay antecedentes negativos: en el terremoto de San Marcos del 2012 se promovieron acciones para descalificar a voluntarios de otros países”. Mi comentario: Hay espacio para mejorar. Debemos estar preparados.

 alfredkalt@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.