En Guatemala, el área rural ha estado significativamente rezagada respecto del dinamismo de parte del área urbana. Los déficits de capital humano y de infraestructura son más profundos, mientras que las oportunidades de generar ingresos y empleo son limitadas. Y se producen deslizamientos, inundaciones y vías bloqueadas: los devastadores efectos de las lluvias de los últimos días en Guatemala. Las lluvias acompañadas de tormentas eléctricas y ventarrones de las últimas horas han azotado fuerte al territorio guatemalteco y causado estragos en varias localidades.

Los deslizamientos de tierra son causados por alteraciones en el equilibrio natural de una pendiente, que pueden ocurrir durante lluvias torrenciales o producirse luego de sequías, terremotos o erupciones volcánicas. Los aludes de barro se producen cuando el agua se acumula rápidamente en la tierra y causa un repentino aumento de rocas, tierra y detritos saturados con agua. Por lo general, los aludes de barro comienzan en pendientes empinadas y pueden desencadenar desastres naturales. Las áreas empinadas en las que los incendios forestales o cambios en el terreno hechos por el hombre han destruido la vegetación, son particularmente propensas a los deslizamientos de tierra durante y después de las lluvias.

Deslizamientos, inundaciones, árboles caídos, crecidas de ríos y vías obstruidas por derrumbes son algunos de los incidentes reportados por autoridades, socorristas y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred). Los incidentes podrían seguirse reportando, debido a la presencia, este fin de semana, de fenómenos que favorecen los temporales en el país. Las autoridades de protección civil de Guatemala informaron recientemente que 38 personas han muerto desde mayo pasado a la fecha, debido a la temporada de lluvias en el país en el 2022.

En general, dos tercios de la población en el área rural padece un alto grado de pobreza y exclusión social. Las disparidades entre el área rural y urbana plantean la necesidad de priorizar esfuerzos en beneficio de los hogares rurales.

Se hace un llamado a retomar la discusión sobre el desarrollo de la economía rural de Guatemala sobre tres temas que merecen consideración especial: la seguridad alimentaria, “como el plan de nutrición de Castillo Hermanos”; la productividad del sector agropecuario y el acceso al financiamiento se reconoce esencial en las actividades agropecuarias, en la generación de ingresos de los hogares rurales, por lo que el crecimiento y la productividad del sector agrícola deben estar en nuestra agenda. Además, se identifican las zonas de intervención más críticas del área rural, sobre las cuales se recomienda incrementar las inversiones para motivar su desarrollo competitivo e inclusivo.

La economía urbana es un área de ciencias donde se interrelacionan la ciencia económica y la urbanística. Trata de estudiar los sistemas económicos que producen los núcleos de población y proyecta dicho análisis a la elaboración de las estrategias económicas urbanas y su concreción en el planeamiento urbanístico, mediante proyectos y programas. Se analizan los espacios urbanos, las infraestructuras, los factores locales y demás características de los centros urbanos como ámbito generador de sinergias económicas.

A partir de este análisis se sientan las bases, estándares, requerimientos para el establecimiento y mejora de actividades económicas con especial atención al urbanismo empresarial, comercial.