La emergencia sanitaria generada a nivel global por el covid-19 seguramente cambiará al mundo tal y como lo conocíamos antes. Lo que tan solo hace unos meses parecía ser un problema sanitario en una lejana ciudad de China, Wuhan, nadie anticipaba que en el siglo XXI el planeta se pudiera paralizar por una crisis sanitaria de un virus sorpresivo que se convirtió en una inédita crisis sanitaria a nivel mundial que puso a todos de rodillas.

En la crisis de la década de 1930 las restricciones a la importación, tanto los aumentos arancelarios, como los contingentes de importación y las depreciaciones del tipo de cambio eran generalizadas. A principios de la década de 1980 los gobiernos restringían las exportaciones mediante restricciones voluntarias a la exportación. Durante la recesión económica que siguió a la crisis financiera mundial del 2008, algunos gobiernos recurrieron a una subvención generalizada de industriales y agricultores, a pesar de que esta ayuda estatal era mucho menos prominente que los rescates de los bancos y las compañías de seguros. Ahora se podría deducir que con cada nueva crisis económica se asocie una nueva forma generalizada de discriminación contra los intereses comerciales extranjeros, incluso violando acuerdos comerciales internacionales.

El covid-19, que preocupa sobremanera por su rápido contagio y que aún no tiene un tratamiento ni vacuna específica, ha creado en las redes sociales mucha especulación sobre la forma de tratarlo efectivamente. El virus ha sacudido a todo el sistema sanitario e incluso al económico. Las bolsas de valores se desestabilizaron y varias se precipitaron en caída libre. El sector del empleo y del turismo son de los más afectados, teniendo los momentos más difíciles en décadas, poniendo a empresas grandes, medianas y pequeñas en riesgo de tener que cerrar sus operaciones. Por otro lado, los supermercados, ante el pánico generalizado por un hipotético desabastecimiento, mostraron sus estantes vacíos.

Como no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial, la crisis sanitaria unió a la comunidad internacional alrededor de un tema común. Las estimaciones acerca de cuánto durará la crisis sanitaria son muy inciertas. Algunos afirman que la situación se pudiera extender por los próximos dos años. Sin embargo, así se controle la pandemia en unas cuantas semanas, esta crisis sanitaria marcará un hito al mundo para siempre.

La alianza entre Estados es vital para enfrentar ala pandemia, así como la cooperación entre expertos y científicos de varias nacionalidades que hagan sus aportes para conseguir la cura del covid-19. También hay algunos expertos optimistas que afirman que las instituciones y organismos internacionales saldrán favorecidos, debido a la rapidez con que la crisis se convirtió en algo global y que el sufrimiento sanitario, social y económico en general podría potenciar al multilateralismo.

Pero lo cierto es que tenemos por delante una nueva época que se está abriendo, en la que experimentaremos muy probablemente una reconfiguración de relaciones económicas con un impacto transformador en las estructuras políticas, económicas y sociales en todo el mundo, con la debida cautela del riesgo de un proteccionismo económico radical. Según Stéphane Garelli, economista suizo, profesor de la Universidad de Lausana, al sistema global de economías de escala lo reemplazará un sistema global de desacoplamiento. Los países van a intentar cambiar la cadena de producción y diversificar sus mercados para no depender de uno solo. La economía sería menos vulnerable, pero la producción más cara y la gente se verá obligada a tomar decisiones conforme a la nueva situación.