escenario de vida

¡Basta de quemas! Cambiemos las prácticas de rozas

Debemos capacitar a líderes comunitarios y organizar talleres en todo el país sobre el sistema Quesungual.

Año tras año, los incendios forestales consumen miles de hectáreas en todo el país. Parece una pesadilla imparable y en una década podremos ver reducidos exponencialmente nuestros bosques en Guatemala. ¿Será que en vez de hacer quemas (rozas) existe otra opción?

Cuando el daño que le estamos haciendo a la naturaleza y a la biodiversidad es tan grande, vale decir “ya basta”.

Las alertas tempranas son imperantes. El Observatorio de Territorio y Clima (OTC) de la Universidad Rafael Landívar (URL) asegura que el incendio en el volcán de Agua fue detectado desde el martes 20 de febrero. De tal manera que se debió emitir una alerta desde ese  día, cuando los focos de calor fueron detectados con base en el Sistema de Información sobre Incendios para la Gestión de Recursos de la Nasa (FIRMS).

Según Claudia García, de la Asociación de Reservas Privadas y quien ha estado muy activa en detener los incendios forestales, si tomamos en serio la prevención, disminuirán los desastres naturales como deslaves e inundaciones y mantendremos la calidad de nuestros ecosistemas.

¿Pero acaso se traduce todo en apagar el fuego? ¿De qué nos sirve la detección, si no utilizamos las alertas a tiempo?  ¿No sería mejor que se utilizara un sistema diferente en la agricultura? Cuando el daño que le estamos haciendo a la naturaleza y a la biodiversidad es tan grande, vale decir “ya basta”. Es hora de cambiar nuestras prácticas.

Existen opciones para sustituir la práctica de las rozas, y una de ellas es   un sistema llamado Quezungual, ligado al concepto de agroforestería y permacultura ancestral indígena heredada por los lencas de Honduras, que puede encontrarse en el ecosistema de bosques tropicales secos (de 140 a 800 msnm), caracterizándose por tres capas de vegetación: mulch, cultivos, y arbustos y árboles dispersos.

El sistema Quesungual se basa en cultivos básicos como   frijol, maíz y sorgo, con árboles nativos y frutales. Mantiene  una cobertura arbórea del 30-50% en las parcelas agrícolas.  Es un sistema que debiera ponerse en práctica en todo el país. Quezungual no produce daños a la madre naturaleza ocasionados por los incendios, que se han dado en todo el país.

Sin embargo,   seguir empecinados en prácticas agrícolas insostenibles como el pastoreo excesivo, el cultivo en las laderas y la tumba y quema de la vegetación, nos ha llevado a la desertificación y degradación de las tierras, colocando en peligro la vida de las familias rurales. El año pasado vimos el magnífico trabajo en el altiplano con Bosque Modelo los Altos para la prevención de incendios forestales, financiado por Canadá, pero hoy  su director, Heraldo Escobar, lamenta los incendios que están destruyendo su territorio, por lo que debemos detener este proceso lesivo.

¿Qué debemos hacer? Con este sistema agroforestal erradicamos las quemas, reducimos la degradación del suelo, sembramos árboles, incrementamos la producción de cultivos,  labramos menos las tierras y aumentamos la cubierta del suelo, teniendo una mejor ordenación de los pastizales. Por lo tanto, debemos capacitar a líderes comunitarios y organizar talleres en todo el país sobre el sistema Quesungual, participando líderes comunitarios, cocodes, alcaldes, gobernadores y sociedad civil.  Poco a poco iremos erradicando las quemas, aunque sabemos que no puede suceder de la noche a la mañana.  Por ejemplo, fijaremos más de dos mil millones de toneladas de carbono en unos 50 países entre 2003 y 2012 (FAO 2008), lo que es  una herramienta al combate del cambio climático. Me atrevería a pedirle a la Comisión de Ambiente del Congreso que formule una ley en contra de las rozas, promoviendo a la vez otros métodos.

ESCRITO POR:

Vida Amor de Paz

Presidenta de la Fundación del Bosque Tropical. Directora general de Planeta Verde Televisión. Presentadora de Los secretos mejor guardados, de Guatevisión. Recorre el mundo filmando en cinco continentes. Es graduada de la Universidad Panamericana, en Periodismo.