Actualmente el área metropolitana implementa este plan. Está lejos de la realidad, pues como en otros del área metropolitana padecen de la falta de planes de ordenamiento territorial, los cuales, según expertos, llegarán tarde, pues ahora ya no son la solución a los problemas.

El área metropolitana se refleja en Mixco, Villa Nueva y Santa Catarina Pinula, entre otros, donde pese a su acelerada expansión no hay intervención de las municipalidades para controlar un crecimiento integrado, pues a la fecha no cuentan con el POT, como exigía el Plan K’atun 2032.

Como consecuencia, se obviaron los criterios de urbanización: desarrollo, progreso, orden, modernidad. Las municipalidades del área metropolitana ya no tienen la importancia que pudieron haber tenido hace varias décadas, cuando se comenzó la expansión y el crecimiento urbano.

Por lo que sí es importante la herramienta es para contrarrestar los problemas actuales, donde todo está hecho en cuanto a construcciones y no se tomaron en cuenta los requisitos mínimos de urbanización, la calidad de las construcciones y si están diseñadas para soportar sismos, como el agujero vial de Villa Nueva dentro de una falla. Tampoco se contempló el ancho de las calles, donde existen, para soportar la densidad poblacional.

En Mixco ya está cubierto casi todo. Al igual que la ciudad de Guatemala. Las estructuras económicas tomaron donde hay tierra para sacarle dinero, y todo se volvió un asunto económico. Se olvidaron de que lo técnico y lo social van de la mano, y generaron grandes problemas que no saben cómo los van a resolver.

Antes, los alcaldes eran muy serios, con autoridad, y con estudios urbanos; el problema es que nunca se llevó a cabo un plan, fuera del EDOM de Manuel Colom, que abarcaba todos los municipios de Guatemala, donde se debió crear una unidad central que manejara el desarrollo urbano de manera ordenada, algo que lo intentamos por los años ochenta. Pero hasta aquí se pudo llegar ante el cambio de alcaldía por los mismos. Por otro lado, Jorge Erdmenger, experto en urbanismo, señalaba que la concentración de actividades en el área metropolitana ha causado grandes problemas, entre estos la congestión del tráfico urbano, y considera que a partir del 2020 circularían en el perímetro metropolitano unos dos millones 300 mil vehículos, basado en la proyección de último año en el registro fiscal de la Superintendencia de Administración Tributaria. Insistió en que es necesaria la construcción de un anillo metropolitano más amplio del que se pensó en el 2000, para ayudar a establecer un ordenamiento urbano y lograr el mejor aprovechamiento de futuros asentamientos humanos.

Si el crecimiento poblacional y el crecimiento vehicular no se detienen, los volúmenes de tráfico y calidad sobrepasarán la capacidad de las vías. La contaminación que generarán obligará a bajar la velocidad y se requiere de mayor tiempo de recorrido, más consumo de combustible y más niveles de contaminación ambiental. Esa falta de planificación en el crecimiento urbano se refleja en los problemas de movilización vial, escasez de espacios de recreación, servicio de agua entubada, falta de drenajes y sistema de tratamiento de aguas residuales, así como en el aumento de basureros ilegales.

Julio César Estrada, director de Segeplán, dijo que toda la zona metropolitana creció sin orientación ni regulación, por lo que buscan generar instrumentos con las municipalidades para recuperar algunas zonas que han crecido desordenadamente y que carecen de condiciones para el desarrollo urbano. Por lo que se van a desarrollar cambios futuros con decisiones incongruentes que se van a diseñar dentro de la contaminación ambiental y el surgimiento de nuevos asentamientos o colonias en lugares en zona de riesgo, producto de ese crecimiento desordenado posterremoto.