De acuerdo con el listado publicado por el TSE el 5 de junio, Guatemala cuenta con 33 asociaciones políticas (entre partidos y alianzas) y 70 comités cívicos que nos ofrecen 25 binomios presidenciales, 474 candidatos a diputados por el listado nacional, 2,683 candidatos a diputados por el listado distrital y 3,627 planillas para integrar las corporaciones municipales. Ello hace un total abrumador de casi 45,200 candidatos, incluyendo como inscritos a los 1,328 aspirantes de Prosperidad Ciudadana, cuando su candidatura ya fue anulada.

El voto es una decisión libre, subjetiva y personal de cada uno. Lo emitimos de acuerdo con nuestra ideología política, por nuestra afinidad a ciertos partidos políticos, por sus planes de trabajo y en aparente apoyo a los candidatos que postulan. Es importante tener muy presente que lo expresamos marcando el símbolo del partido correspondiente en las papeletas, dando así nuestro voto al partido y no a sus candidatos.

La situación es muy confusa y los partidos aprovechan nuestra tendencia a aceptar sin verificar lo que recibimos de las redes sociales para jugar con nuestra mente. Nos han convencido de que la elección presidencial es la más importante y toda nuestra atención se fija en ella. ¡Pero no es así! La elección más importante de todo el proceso electoral es la correspondiente al Congreso de la República. Es ahí donde se concentra el poder, la distribución de presupuesto y posiblemente la corrupción.

Para emitir un voto válido, razonado y pensado en la elección legislativa es necesario seguir una metodología objetiva que nos permita filtrar y seleccionar nuestros partidos afines. Se puede lograr fácilmente mediante el uso de una matriz donde se califica a cada partido en función de su historial, el trabajo realizado, sus planes futuros y otros factores que seleccionemos. La matriz de calificación nos permitirá reducir la lista a dos o tres partidos, de los cuales escogeremos uno para apoyarlo mediante nuestro voto.

El orden en que llenamos las papeletas también es muy importante. Las primeras papeletas que debemos marcar son las correspondientes a la elección de diputados por ambas listas. La matriz de calificación utilizada permite identificar un partido que nos satisfaga y marcamos su símbolo. Sabemos que son las elecciones más importantes y todos debemos depositar un voto válido. Es nuestra oportunidad de depurar el Organismo Legislativo. ¡Nunca votemos nulo para el Congreso!

Luego de las papeletas de diputados conviene votar por la corporación municipal. Debemos seleccionar un partido que represente beneficio para nuestro municipio y que sea afín al voto que emitimos para el Congreso. Si el alcalde está en buenos términos con su diputado distrital, se le asignarán fondos del presupuesto nacional para obras. Es otra elección donde también es importante emitir un voto válido.

Ahora conviene llenar la papeleta de los binomios presidenciales. En este caso, podemos votar cruzado respecto del Congreso para, utópicamente, “nivelar el poder”, podemos votar por el mismo partido que en la elección legislativa para “asegurar un respaldo” al plan de trabajo del presidente o votar nulo si eso nos hace sentir mejor. Sin embargo, lo mejor es siempre emitir un voto válido.

Por último, debemos llenar la papeleta correspondiente al Parlacén y debemos hacerlo siendo congruentes con nuestro sentir respecto de la institución. Es nuestra oportunidad de expresarnos y las autoridades están obligadas a respetar la voluntad de la población.

Utilizando un método objetivo para filtrar los partidos y siguiendo el orden propuesto para el llenado de las papeletas lograremos un verdadero cambio a través de nuestro voto válido.