Fuera de la caja

Comunicación directa y sin ruido

Comenzar y terminar con la conclusión es un recurso cada vez más utilizado.

Un preámbulo colorido y lleno de detalles puede ser enriquecedor en un aula y puede enganchar al interlocutor, pero en la práctica profesional y en función del tiempo y otras barreras, es mucho más impactante comenzar con la conclusión o una propuesta directa. Si está bien desarrollada y toca un punto de interés preciso, comenzar con la respuesta suele ser muy efectivo.

Comenzar y terminar con la conclusión es un recurso cada vez más utilizado.

En un contexto comunicacionalmente saturado como el actual, es indispensable aprovechar los períodos de atención al máximo. Por un principio de respeto al interlocutor y para aprovechar al máximo el tiempo que se comparte, los mejores diálogos suelen ser aquellos en los que se invierte el esquema tradicional lógico que empieza en el diagnóstico, sigue con el análisis y termina en las conclusiones. La ruta inductiva del pensamiento es factible cuando el contexto en que se emite el mensaje tiene suficiente tiempo y considera espacios para la reflexión, discusión y elaboración conjunta de soluciones.

Sin embargo, cuando el objetivo es transmitir una idea directa ya elaborada y que responda al interés de un grupo, es aconsejable comenzar con la conclusión precisa y atractiva, usando para su identificación recursos como la matriz 2×2 de Stephen Covey. Esta ordena los temas urgentes e importantes en un eje de abscisas y ordenadas, similar al que se suele utilizar en la presentación del análisis FODA. En este caso, tendrán prioridad los temas más urgentes e importantes y quedarán al final los menos importantes y menos urgentes.

Una matriz como la descrita, no obstante que facilita el ordenamiento de los contenidos, para una mayor eficiencia requiere la eliminación de los ruidos físicos, psicológicos, fisiológicos, semánticos, culturales o técnicos.

Teóricos de la comunicación moderna, como la psicóloga industrial Paula Rojas Estrada, y de la empresarialidad como Gennaro Cuofano, coinciden en que el ruido es parte del contexto comunicacional. Para una comunicación óptima, estos autores proponen la gestión adecuada de factores del entorno, como los distractores auditivos, visuales y climáticos, así como la capacidad de concentración de quien recibe el mensaje, influenciada por las emociones, los pensamientos que subyacen en su mente y las potenciales limitaciones de sus órganos receptores, como los visuales y auditivos, entre otros.

Tanto Rojas como Cuofano suman a la lista de ruidos los problemas derivados del de la compatibilidad del lenguaje utilizado —conceptos, referentes y significados—, ideas, creencias y costumbres con la cognición y cultura del interlocutor, así como los relacionados al funcionamiento técnico de los medios para la diseminación del mensaje.

Un mensaje bien diseñado y con un control adecuado del ruido contribuirá de manera significativa al logro de los objetivos de comunicación que pretende el emisor.

El TikTok ha modificado los patrones conductuales de la sociedad relativos al consumo de contenidos y ha establecido —sin haberlo pretendido— nuevas reglas del juego en el ámbito de la comunicación. Atraer la atención de la audiencia y lograr que no se distraiga es algo que el TikTok nos está enseñando.

ESCRITO POR:

Klara Campos

Licenciada en Comunicación con maestrías en Estudios Estratégicos y Comunicación no Verbal. CEO de Klaro Comunicación, S. A. Asesora en comunicación 360°; en estrategia, medios y publicidad, y gestión de reputación y crisis.

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