DE MIS NOTAS

De la quema saldrán millones

|

Escribí en enero del 2015 una columna con el mismo título, señalando los incentivos perversos que existen en todo ese barril sin fondo —pero con mucho interés de fondo— de los extremistas que quieren cobrar por los efectos de sus propias causas. La reproduzco íntegra, habida cuenta de las declaraciones ante la prensa de Rigoberta Menchú, la semana pasada, en la cual informa que demandará al Estado (nosotros) porque “la reparación digna no solo es una cantidad de dinero, también conlleva reparaciones de dignificación”…

Columna del 2015/: “Lo que se ha dicho repetidamente durante años se confirma. Hay olor de billete, de resarcimiento económico, de quetzalitos gratuitos pagados por el Estado, léase de los bolsillos de los contribuyentes. Hasta la fecha se han pagado más de Q1,100 millones del Programa Nacional de Resarcimiento y otras sentencias.

Leemos una nota periodística enviada digitalmente el día de ayer: “Acción de reparación digna por víctimas de la quema de la embajada de España lleva a cabo el tribunal. La querellante Rigoberta Menchú pide a tribunal que considere a la familia de Vicente Menchú como víctimas por Q2 millones 804 mil, por la muerte de su papá. La representación de la víctima María Lucrecia Fernández de Anleu solicita 54 millones de quetzales por daños cometidos.

Por otro lado, uno de los querellantes presentó ante los jueces la petición para que el presidente de la República, Otto Pérez Molina, pida perdón de forma pública a los familiares de las víctimas, pues según el argumento de los abogados querellantes, por ser la máxima autoridad del Estado le corresponde la responsabilidad de realizar dicha acción.

Además, se solicitó que el Ministerio de Cultura y Deportes reproduzca un documental de 60 minutos de duración en el que se den a conocer los hechos ocurridos el día de la tragedia y se narre lo acontecido en el juicio en contra del único procesado, García Arredondo.

Juicios políticos con intereses dinerarios, premios, prebendas, luces y tarimas en los foros internacionales que sirven de tambores de resonancia a estos grupos ideológicamente definidos. Pero la verdad de los hechos sigue siendo una, no una versión multicolor y diversa: Un grupo “pacífico” de campesinos y estudiantes (…) armado con bombas molotov, machetes y armas, que presuntamente solo buscaban dialogar para protestar por las matanzas del Ejército”, irrumpe violentamente y toma una embajada por la fuerza, secuestran a empleados e invitados de altísimo perfil académico y político —que por “pura casualidad se les había convocado a la misma hora… Surge un forcejeo.

El recinto se incendia. El embajador se salva, uno sobrevive y todos los demás perecen carbonizados. 34 años después —y como resultado de una estrategia a nivel nacional e internacional para activar estos casos dormidos en el letargo histórico— se accionan los juicios para lograr esas condenas y el efecto dominó que estas conllevan.
Las juezas dieron un veredicto basado en supuestos a la medida de los requerimientos de sus empujadores. Un supuesto matón, tercero en la línea jerárquica, es el “paganini” de la conspiración.

Los jueces responsabilizan a Arredondo y argumentan haber probado que el incendio no se originó como resultado de un plan de inmolación de los campesinos que ingresaron en la sede diplomática, ni por una manipulación accidental de las bombas molotov que llevaban.

' Cobrar por la quema es el colmo del cinismo...

Alfred Kaltschmitt

Ahora viene la justicia de los millones, dulce sabor de victoria monetaria. Un peldaño más para proseguir con el juicio de los militares, el premio mayor del genocirco”. Fin de la cita.

Como se puede leer, esto fue escrito hace casi 5 años. Y como el genocirco se les cayó, reviven este caso pretendiendo cobrar por la quema que ellos mismos causaron. Patético.

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.