El Día de la Tierra recibí por internet un video de una niña de unos 9 años, quien le dio una cátedra a cientos de delegados en una reunión de la Unión Europea, siendo un mensaje de Spanish Revolution. Esta niña tuvo la fuerza y el carácter para decirle a los adultos —quienes tienen el poder de decisión de muchas políticas que se juegan en el planeta— que deben hacer un alto al deterioro ambiental. Esta niña es evidentemente una lideresa nata, y tiene claro que lo que estamos haciéndole al planeta repercutirá en todos los seres humanos que habitamos en él.

Su discurso dice así: “Ayer, el mundo miraba con desesperación y enorme tristeza como ardía Notre Dame, en París. Algunos edificios son más que edificios. Pero Notre Dame va a ser reconstruida. Espero que sus cimientos sean fuertes. Espero que nuestros cimientos sean aún más fuertes. Pero me temo que no lo son. Alrededor del año 2030 se iniciará una reacción en cadena irreversible. Esto, probablemente, nos llevará al final de la civilización tal y como la conocemos. Eso es a menos que en este momento se produzcan cambios permanentes y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad, incluyendo la reducción de nuestras emisiones en al menos un 50%. Estos cálculos no son opiniones ni suposiciones al azar. Estas proyecciones están respaldadas por hechos científicos de todas las naciones del mundo, que han llegado a estas conclusiones por medio del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático). Estamos en medio de la sexta extinción masiva y las tasas de extinción son 10 mil veces más rápidas de lo que se considera normal, con más de 200 especies que se extinguen cada día”.

En ese momento, a la niña se le quiebra la voz y empieza a llorar. Conteniendo las lágrimas sigue diciendo: “La erosión de la capa fértil del suelo, la deforestación de nuestros grandes bosques, la contaminación tóxica del aire, la pérdida de insectos y de la fauna, la acidificación de nuestros océanos, estas son las tendencias desastrosas que están siendo aceleradas por un modo de vida al que nosotros, en la parte del mundo más económicamente afortunada, vemos como si fuera nuestro derecho simplemente continuar”.
Le siguieron muchos aplausos. La niña aún consternada dijo: “Pero no pueden ignorar a los científicos ni a la ciencia o los millones de niños en huelga escolar que están clamando por sus derechos a tener un futuro. Os ruego por favor no fracaséis en esto”.

En una de las páginas de mi libro, Aventura Extrema — La Realidad del Cambio Climático escribí lo siguiente: “Con el gran desafío del calentamiento global, debemos cambiar hacia modelos económicos que sean más consecuentes con nuestra realidad. Es por ello que el alejarnos del combustible fósil y acudir más a la energía renovable es una prioridad”.

Nuestra temperatura recientemente ha aumentado 2 grados centígrados en muchas partes del planeta, mientras que en el Polo Norte el incremento ha llegado a 3 grados centígrados más, por lo que vemos el acelerado deshielo. Vamos directo hacia los 4 grados centígrados más de temperatura de forma irreversible en las próximas décadas, con el riesgo de llegar a 5 grados centígrados más, algo que los humanos no podríamos soportar.

Sin embargo, la indiferencia y ceguera de algunos mandatarios de países industrializados sigue latente y me pregunto si el siguiente presidente que nos gobierne prestará suficiente atención para actuar con seriedad y celeridad. Hoy sábado a las 14.30 y 20.30 horas, y mañana domingo a las 14.30 horas sintonicen Los Secretos Mejor Guardados del Bambú; ecológico y antisísmico. Feliz mes de la Tierra.