Semanas atrás, periodistas de Prensa dieron a conocer los resultados de las pruebas PISA dirigidas a estudiantes de secundaria del país, entrevistando en ellas a expertos en el tema, quienes evidenciaron los pobres resultados obtenidos, las carencias del sistema educativo actual y ciertas propuestas. La Gran Campaña Nacional por la Educación, apoyada por el gobierno y la iniciativa privada, impulsa planes de mejoría que deben ser apoyados, siendo una buena noticia, el respaldo significativo que el nuevo gobierno pretende desarrollar. Lo interesante del programa PISA es la comparación de resultados entre estudiantes de diferentes países que han sido admitidos, lo que implica que, teniendo una meta, en un corto plazo, se logre una mejor clasificación.

En un suplemento de Prensa, en buena parte escondido, se indicaron cuales eran los países en donde los estudiantes alcanzaron la mejor puntuación en matemáticas, comprensión de lectura y ciencias. En las tres aéreas mencionadas, destacaron los estudiantes de países del sudeste asiático: Singapur, Macao, Taipéi, Hong Kong, Japón, y Corea del Sur. En Europa, Estonia, Suiza y Países Bajos; Canadá en América y Australia y Nueva Zelanda en Oceanía. Sin embargo, de acuerdo con datos del BID, entre 81 países participantes, China, representada por Pekín, Shanghái, Jiangsu y Zhejiang, se situó primera en el podio de la evaluación global educativa PISA (matemática como dominio principal, lectura y ciencia como dominio secundario y pensamiento creativo, como dominio innovador) con una valoración media de 578 puntos. En Latinoamérica, Chile, Uruguay, México y Perú fueron los que presentaron la mejor clasificación; Costa Rica, Colombia, Brasil, Argentina y Jamaica estuvieron en las posiciones 63 a 67; Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Paraguay se situaron en las posiciones 77 a 80.

En la educación superior universitaria, en donde una persona ya ha seleccionado su profesión, en forma correcta, o no, los retos y las clasificaciones de las instituciones son otros. Existen mecanismos empleados con frecuencia, aceptados por unos, criticados por otros. Por un lado, hay sistemas que clasifican a las universidades, pero también, sistemas que clasifican a los profesores e investigadores de una institución.

En el primero, son cuatro las clasificaciones más confiables, QS World University Rankings, The Times Higher Education, Shanghai Ranking Consultancy, y USNews Global University Rankings. Solamente seis universidades están listadas en los cuatro sistemas dentro de las 10 mejores instituciones, cuatro en Estados Unidos de América (Harvard, Stanford, MIT y Universidad de California Berkeley) y dos en Inglaterra (Oxford y Cambridge) En Latinoamérica la clasificación de QS para el 2004 es la siguiente: Universidad de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil QS-85 Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) QS-93 Universidad de Buenos Aires, Argentina (UBA) QS-95 Universidad de Chile QS-159 Tecnológico de Monterrey, Monterrey México QS-184.

En el segundo, es el sistema Science Citation Index Expanded, Web of Science Core Collection, Thomson Reuters el más confiable y usado internacionalmente, el cual muestra las clasificaciones ya sea, por país, o por región. Para Guatemala, el resultado más reciente del 2018 ha sido publicado y los resultados fueron comentados en Prensa en su oportunidad.

Lo anteriormente escrito servirá como marco para indicar que es necesario apoyar también a la investigación científica en todas las aéreas de la ciencia. La Senacyt depende la Vicepresidencia y es fútil, en este momento, constatar si ha cumplido su misión. Por el contrario, exhorto a la autoridad competente que llegue a la decisión crucial de dejar en manos de los científicos la dirección y administración de esta entidad de una forma permanente. Para ello podrá asesorarse con representantes de dos cuerpos colegiados, la Academia de Ciencias y la Comisión de Notables del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, del Concyt, es decir, el ente oficial constituido por investigadores guatemaltecos que recibieron la Medalla Nacional de Ciencia y Tecnología en años pasados.