Después de un dificultoso período de tiempo para las negociaciones sobre las normas multilaterales de comercio, debido al aislamiento y la repetida postergación de la conferencia ministerial (CM12), provocada por la pandemia del COVID-19, finalmente se realizó la doceava conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que culminó con un paquete de acuerdos comerciales, dentro de los cuales está la adopción de un Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca.

Este acuerdo representa un verdadero logro después de más de 21 años de negociaciones. Cuyo objetivo es la prohibición de subvenciones que contribuyen a la sobrepesca y sobrecapacidad, además de un trato especial y diferenciado que permite, en caso fuere necesario, la posibilidad de otorgar limitadas subvenciones para los países de economías en desarrollo.

Para lograr el consenso de todos los miembros, hubo que reducir el nivel de ambición y en el último momento, el artículo sobre las subvenciones que contribuyen a la sobrepesca y al exceso de capacidad pesquera, perdió la mayor parte de su disciplina, pero incluyó en el texto final una prohibición a las subvenciones a la pesca en alta mar. El compromiso es de continuar la negociación en aquellos aspectos en los que no se llegó a un acuerdo en esta oportunidad.

Además, el paquete de la CM12 contiene, entre otras; la respuesta de la OMC a las emergencias, incluida una exención de ciertos requisitos relativos a la concesión de licencias obligatorias para las vacunas contra la COVID-19, la inocuidad de los alimentos y la reforma de la OMC, muy necesaria para adaptar a la organización a enfrentar los desafíos del siglo 21. Lamentablemente para los países en desarrollo, no se logró, por ahora, acordar un acuerdo integral sobre la agricultura.

Actualmente, ya no es importante como lo era antes, elegir entre, abrir o cerrar los mercados, sino cuándo y cómo los Miembros harán realidad sus ambiciones en materia de apertura de los mercados. La mayoría de los avances logrados en las nuevas negociaciones desde 2001 se han producido a consecuencia de iniciativas bilaterales, regionales y plurilaterales, y algunos expertos han manifestado que, dé mantenerse la tendencia actual, la preeminencia del papel de la OMC podría reducirse a la administración, vigilancia y aplicación de los acuerdos multilaterales vigentes, más que a la elaboración, actualización y supervisión de nuevos acuerdos multilaterales relevantes para el comercio mundial.

De cara al futuro, una cuestión importante que se deberá debatir es, sobre los acuerdos plurilaterales ya que hay que determinar si se consideran complementarios a la OMC o sustitutos de una ronda. Por el momento, la opción plurilateral es la que prevalece en las negociaciones.

Una situación que nos da una indicación clara de que las cosas estaban mal, se encuentra desde diciembre 2019, cuando el Órgano de Apelación, que se considera un pilar primordial, fue suspendido por la objeción de un miembro a lograr el consenso en la elección de los árbitros.

Tristemente, algunos miembros utilizan su poder de veto para bloquear el avance de los temas, forzando así él logró de sus temas de interés, cruzando los límites de lo permitido, incluso violando las normas de la OMC. Lamentablemente, así es muy difícil que se logren avances multilaterales, lo que hace que el paquete logrado en la CM12 sea realmente esperanzador para la agenda del futuro trabajo de la organización.

No obstante, el personal profesional de alto nivel de la OMC tiene un valioso valor acumulado del conocimiento de las normas y procedimientos, mismas que deben de preservarse.