El conflicto en Ucrania exacerba la escalada de precios de los alimentos, que amenaza con provocar una crisis de desnutrición, turbulencias político-sociales, nuevos flujos migratorios y tensiones geopolíticas. El mundo se desvía “peligrosamente” de la lucha contra el hambre, con los peores datos de la década.

El informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2021′ (SOFI)”, elaborado por cinco agencias de Naciones Unidas, alerta de un nuevo escenario, “significativamente más desafiante”: 811 millones de personas no saben qué comerán hoy.

Al menos 47 países se alejan de la meta de ‘hambre cero’ para el 2030. Los conflictos, la crisis climática y el covid-19, por este orden, empujan al mundo, según el índice global del hambre.

Las cifras de Naciones Unidas ya alertaban de que en el último año hay 47 países —28 del África subsahariana— que no llegarán a reducir la hambruna lo suficiente para el 2030, quedando lejos de la meta de hambre cero.

Pese a la devastadora pandemia, es la guerra la principal causa del hambre y no hay signos de que esta tendencia vaya a cambiar. Por el contrario, en la última década va en aumento, al punto de que más de la mitad de las personas que sufren desnutrición habitan en países afectados por la violencia, según el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo.

Según estudio elaborado en el 2021 por cinco agencias de Naciones Unidas, al hambre, que va de 0, para la mejor calificación, a 100, para la peor, se suma una baja ingesta de calorías, desnutrición crónica y mortalidad de menores de 5 años, mientras algunos productos de consumo masivo como la harina, trigo y aceites reflejan en la actualidad cifras al alza históricas.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) establecieron un acuerdo de cooperación trienal que incluye la elaboración de un capítulo especial sobre el hambre, la desnutrición y la pobreza.

El hambre es una de las principales causas de la migración a EE. UU. Según un nuevo informe, en el 2016 en el 47 por ciento de los hogares del corredor seco de El Salvador, Guatemala y Honduras alguno de sus miembros había emigrado porque padecían de inseguridad alimentaria.

De los otros nueve países en condición alarmante, cuatro se encuentran de forma provisoria, pues faltan datos, debido, precisamente a la violencia. Uno o más de ellos caerían en la categoría de extremadamente alarmante.

Básicamente se logra un equilibrio entre lo que un sector está preparado para abastecer a un precio dado y lo que la otra parte desea comprar. Este fenómeno es conocido por los economistas como un precio de “mercado de equilibrio”.

A medida que el precio de un producto se eleva, aumenta la cantidad ofrecida y disminuye la cantidad demandada, y viceversa. El precio de mercado aumentará o disminuirá hasta cuando las cantidades ofrecidas y demandadas sean iguales, o sea, hasta cuando se alcance un “equilibrio” de productos, pero que están disminuyendo por la guerra.

Las consecuencias económicas del conflicto geopolítico de Rusia-Ucrania golpea a dos productos esenciales para los guatemaltecos: el trigo y el gas.