Los días de Semana Santa son especiales para reflexionar sobre la vida y muerte de Jesucristo. Más aún cuando el mundo atraviesa por momentos muy difíciles, al punto de que muchos aseguran que estamos viviendo los tiempos finales. Incluso lo aseveran quienes no tienen ninguna creencia religiosa. Pero la mayoría presiente que un cambio importante para la humanidad está por venir.

Es necesario establecer que cuando las personas hablan del “fin de los tiempos” se están refiriendo al momento inmediatamente anterior a la Tribulación, descrita en el libro de Apocalipsis. Entonces, ¿ha comenzado ya esta etapa? Aún no. Pues los acontecimientos actuales, tanto en tiempo como en intensidad de sufrimiento, son catalogados solo como “principio de dolores”. La Biblia profetiza muchos eventos que tendrán lugar al final de los tiempos. Estos se pueden clasificar como naturales, espirituales, sociológicos, tecnológicos y políticos. Es probable que no estemos presenciando directamente los eventos del fin en este momento. Sin embargo, podemos ver hechos que están preparando el camino para ese tiempo.

Algunos de los fenómenos naturales que ocurrirán antes de la Segunda Venida de Jesús indican que habrá grandes terremotos, sequías e inundaciones en varios lugares. También se mencionan hambrunas y pestes. Por supuesto, este mundo siempre ha visto muchos desastres de este tipo; eso no es nuevo. Pero en los últimos tiempos se intensificarán a medida que se acerque el final. ¿Le parece familiar?

La Biblia enumera señales espirituales positivas y negativas. Se dice que habrá muchas personas que seguirán a los falsos maestros, incluso algunos dirán ser “el mesías”. Estamos presenciando un aumento creciente de sectas, herejías, engaños y ocultismo. Este año se inaugurará un complejo ecuménico que incluye en el mismo espacio una sinagoga, una iglesia cristiana y una mezquita. Lo positivo es que el evangelio de Jesucristo ha sido ya predicado en todo el mundo, gracias a los medios digitales.

No podemos pasar por alto los signos en la sociedad. La inmoralidad desenfrenada es un síntoma de la rebelión de la humanidad contra Dios. Estamos en el tiempo en que a lo bueno se le llama malo, y a lo malo, bueno. El amor de muchos se ha enfriado, hijos que asesinan a sus padres; padres que abusan a sus hijos. Existen niveles de violencia jamás vistos. El cumplimiento de algunas profecías del fin de los tiempos parecía imposible hasta el advenimiento de la tecnología moderna. Algunos de los juicios del Apocalipsis son más fáciles de imaginar si pensamos en internet, chips y teléfonos inteligentes. Es muy fácil entender “todo ojo lo verá”, gracias a las trasmisiones en vivo.

También hay señales políticas. La reubicación de Israel a su tierra en 1948 es la profecía cumplida más asombrosa que demuestra que todo está en preparación para el fin. Ahora ya anunció el presidente Biden un Nuevo Orden Mundial. Y también ya está cerca el uso de una sola moneda digital. Solo falta el surgimiento de 10 naciones que se unificarán por cuestiones políticas, y de allí surgirá un gran líder que se espera será el anticristo.

Estas son solo algunas de las señales que muestran cómo nos estamos moviendo hacia los tiempos finales. Dios nos ha dado estas profecías porque no quiere que perezcamos, y siempre nos advierte con mucha anticipación antes de derramar Su ira. Como en los días de Noé también lo advirtió.

La buena noticia es que no es demasiado tarde para elegir la vida eterna. Solo tiene que aceptar el regalo de la salvación de Dios. Jesús ya pagó el precio por usted. Sin embargo, lo importante no es saber si falta mucho o poco para el fin, sino estar preparado para ese momento.