Aún nos encontramos en medio de la pandemia que nos ha azotado, y aparte de ello recién sufrimos las tormentas Iota y Eta. Me atrevo a asegurar que los terribles estragos pudieron ser evitados o disminuidos si hubiésemos atendido el tema del cambio climático a tiempo. Encima de todo, estamos frente a los efectos sociales y económicos en una sociedad que ha venido acumulando crisis, tanto de gobernabilidad como de institucionalidad, de pobreza y creciente polarización social, y nos falta atender muchos problemas de fondo. En pocas palabras, aunque como país tengamos la capacidad de resiliencia, es nuestro compromiso fortalecer la gobernabilidad y la institucionalidad para superar nuestros problemas.

Estamos en la conmemoración de los 200 años de la emancipación del reino de España, y es el momento oportuno para recuperar una agenda de gobernabilidad, confianza y unidad ciudadana. De tal forma que Foro Guatemala ha decidido proponer cómo afrontar retos particulares debido a la pérdida de apoyo al sistema democrático, así como a la disminución de la aprobación ciudadana a las instituciones políticas. La buena noticia es que está la disposición de múltiples sectores en abordar temas estratégicos que ofrecen consensos de base.

En este contexto, comparto lo que Foro Guatemala (FG) ha considerado prioritario para este año y el inicio del nuevo ciclo político en el país. Son 16 las organizaciones que integran el Foro, para enfrentar la crisis político-institucional que se ha profundizado en el último quinquenio.

Para llegar a una propuesta contundente, Foro Guatemala ha preparado la agenda mínima denominada Un trabajo conjunto, una mejor Guatemala, la que fue sometida a debate nacional desde el 2018. Esta vez se espera una seria atención, pues contiene la visión de muchos diferentes sectores del país. La esperanza recae en los organismos Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para que puedan darnos la confianza y unidad ciudadana que necesitamos. De ser atendida correctamente, evitamos poner en riesgo el sistema democrático y la confiabilidad en las instituciones políticas con las que contamos.

Sin ánimo de suplantar a la institucionalidad pública, FG ha profundizado en el tema, sin competir con la autoridad electa. Más bien complementa desde la sociedad civil y academia. Por ello, FG hace hincapié en la elección de magistradas y magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las cortes de Apelaciones, para que sean los tres organismos del Estado los que fortalezcan y garanticen la independencia judicial en la impartición de justicia. FG enfatiza en la importancia de que la CSJ, el Congreso, el presidente y su Consejo de Ministros, el Consejo Superior Universitario y el Colegio de Abogados y Notarios den prioridad a la designación de profesionales idóneos, primordialmente independientes. Además, a través del trabajo conjunto coordinado del presidente y vicepresidente, FG sugiere que se fortalezca la unidad nacional y la gobernabilidad.

Por ende, tomemos oportunidad de impulsar un modelo económico ad hoc, ampliar la infraestructura de transporte, reducir los desequilibrios sociales y territoriales y conectar los centros de producción y consumo, generando oportunidades económicas a la población principalmente de las zonas rurales del país. ¡Ya es hora de que hagamos realidad nuestros sueños en Guatemala!

Para leer el comunicado de Foro Guatemala y conocer la propuesta puede dirigirse a http://www.asies.org.gt/foro-guatemala-ano-del-bicentenario-una-oportunidad.