Guatemala es un país con fallas geológicas que siguen ahí después del terremoto de 1976. Según sismólogos, “la superficie de los bloques es áspera, frena el movimiento y acumula energía importante en un solo punto. Cuando la asperidad ya no soporta más presión, se rompe y el bloque se desliza de forma brusca y libera la energía acumulada en forma de ondas sísmicas”.

Esto nos permite concluir que Guatemala es un graben con franjas de fallas múltiples: la franja oeste se conoce como la zona de falla de Mixco y la oriental como la zona de falla de Santa Catarina Pinula; esas que ocasionan las diferentes fracturas terrestres de los caminos viales en los cuales pasan grandes camiones cargados.

El mapa que ilustra esto se puede ver en detalle, mostrando que el asunto invita a pensar, pues es bueno saber que estas son las estructuras geológicas que por la deformación de la corteza terrestre produjo una cordillera volcánica, siendo el volcán de Fuego lo que se conoce como un estrato volcán activo situado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla, al centro-sur de Guatemala.

Este es impresionante, sus erupciones son violentas y es el volcán más activo desde la Conquista, a tal extremo que se afirma que el conquistador Pedro de Alvarado pudo verlo en erupción en 1524, según él mismo lo reportó en epístolas. Su nombre indígena es Chi’gag, que se traduciría del idioma kaqchiquel al español como “donde está el fuego”. Es uno de los volcanes aún activos.

América Central limita con la placa del Pacífico, en el oeste, y la placa de Nazca, en el Sur. La delimitación con esta última está constituida por la dorsal de Galápagos. La placa del Caribe es una placa tectónica con una superficie de 3,2 millones de km², que incluye una parte continental de la América Central (Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá).

El estado mexicano de Chiapas constituye el fondo del Mar Caribe, al norte de la costa de América del Sur. La placa del Caribe colinda con la placa norteamericana, la placa sudamericana, la placa de Cocos y la placa de Nazca.

La localización de las fallas se debe tomar en cuenta en la planificación del uso de la tierra. Se debe estudiar por profesionales en las ciencias de la tierra.

Y ahora tenemos un terremoto: “Guatemala 2022”. Fue un nuevo movimiento sísmico con una magnitud de 6,2 Mw. según USGS, y 6,8, según Conred, ocurrió el miércoles 16 de febrero, a las 01:12:25 hora local (07:12:25 UTC).

El epicentro se situó en tierra, a 0 km al sur sureste de Nueva Concepción, Escuintla, Guatemala, así como en Chiapas y El Salvador. Los daños fueron generalizados pero leves en la Ciudad de Guatemala y sus alrededores, lo que resultó en paredes agrietadas, deslizamientos de rocas, y una serie de movimientos sísmicos en el país.

El área metropolitana de Guatemala tiene gran cantidad de fallas geológicas que pueden reconocerse por su expresión morfológica. Toda esta familia de fallas incluye “fallas activas” y “no activas”. Las “activas” son las que poseen el potencial de activarse durante un futuro terremoto. No hay método conocido que permita predecir si la falla será activada o no en un futuro sismo.

Para determinar si una falla es activa o no, hay que hacer excavaciones exploratorias. Se recomienda un examen de esta naturaleza en estructuras mayores.