PLUMA INVITADA

Igualdad de género, tarea vital para alcanzar el desarrollo

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Este mes de marzo es el momento oportuno para reflexionar sobre la brecha que aún persiste a nivel global: las mujeres y las niñas de todo el mundo no disfrutan plenamente de la igualdad de derechos y su potencial como agentes de cambio económico y social sigue sin desarrollarse. Se ha avanzado en estos años, pero aún tenemos mucho camino por recorrer; por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que alrededor de 15 millones de niñas nunca aprenderán a leer y a escribir. Además, es evidente la labor aún pendiente por lograr la participación plena de las mujeres en el ámbito laboral.

' Empoderar a las mujeres y a las niñas ayuda a expandir el crecimiento económico y a constituir sociedades más estables y justas.

Karen Chinchilla

Ante esta realidad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) subrayan el empoderamiento de la mujer como un factor sumamente importante, en sí mismo y por sí mismo: alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres es relevante para abordar una amplia gama de desafíos globales.

Sin embargo, al ritmo actual de progreso se necesitarán más de 10 generaciones para cerrar la brecha económica de género. Y ante esta situación, las empresas son un actor clave cuya contribución y actuación es imprescindible para acelerar el ritmo del cambio: el sector privado puede generar innovación y financiamiento para contribuir a cerrar las brechas en el mundo laboral y al mismo tiempo promover los ODS. Esto ayudará a las mujeres, familias y comunidades, y directamente tendrá diversos impactos positivos en los países.

No se puede cuestionar la importancia de las mujeres como líderes, consumidoras, emprendedoras y trabajadoras. Es por ello que el Pacto Global de las Naciones Unidas, presente en más de 75 países del mundo y con más de 12 mil empresas adheridas, reconoce el rol vital del sector empresarial para apoyar los derechos de la mujer, promoviendo la adopción de políticas, programas e iniciativas para crear entornos en los que las mujeres y las niñas prosperen.

En la Red Guatemala, los adheridos a nuestra organización llevan a la práctica este rol en dos esferas. Hacia afuera, promoviendo la creación de modelos comerciales inclusivos, y a lo interno de sus operaciones, invirtiendo en programas de empoderamiento económico de las mujeres y promoviendo políticas de igualdad de género.

El Pacto Global concentra sus esfuerzos en dos ejes: primero, apoyando a las empresas a evaluar la igualdad de género en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad, y por otro lado, promoviendo el establecimiento y logro de objetivos corporativos ambiciosos que permitan la igualdad entre hombres y mujeres, y garantice la representación y el liderazgo de las mujeres.

Con el ánimo de acelerar los avances en esta tarea pendiente, la organización, en alianza con el Sistema de Naciones Unidas y sus respectivas agencias, ha desarrollado una serie de herramientas y mecanismos para que las empresas se apropien de este tema y logren hacerlo parte de su ADN. Trabajando, además, en la formación de capacidades y en la sensibilización para que cada vez más empresas se sumen a esta labor. Y así buscar la consecución del ODS 5, que exige la representación, participación y liderazgo equitativo de las mujeres a nivel mundial.

La igualdad de género es un pilar necesario para un mundo pacífico, próspero y sostenible: empoderar a las mujeres y a las niñas ayuda a expandir el crecimiento económico y a constituir sociedades más estables y justas. Siendo esta una causa fundamental para la salud y el desarrollo social de familias, comunidades y naciones; y, por lo tanto, de beneficio de todos.

 

*Directora Ejecutiva de la Red Guatemala del Pacto Global

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