Uno de los grandes retos para el desarrollo de los diferentes municipios que integran no solo gran parte del Área Metropolitana, sino en las diferentes ciudades intermedias, es la falta de planes de ordenamiento territorial y la poca voluntad política para llevarlos a cabo. Y es que para nadie es secreto que los municipios carecen de equipos técnicos comprometidos, que ayuden al Consejo Municipal a aprobar herramientas que vinculen legalmente los potenciales y limitaciones de cada municipio.

Según el profesor peruano, el ingeniero Adrián Neyra, “un plan de ordenamiento territorial nos ayuda a identificar las potencialidades y capacidades existentes, para incentivar determinados niveles de inversión privada a partir de la explotación de recursos naturales y, por otro lado, a reducir problemas de conflictividad social”. En este sentido los planes de ordenamiento territorial ayudan a definir grandes redes de infraestructura y equipamientos urbanos, factores clave para la competitividad, así como la orientación que pueda tener la inversión pública fomentando proyectos integrales en torno al modelo económico y social, a través de políticas públicas de corto, mediano y largo plazo.

Además, vemos que son importantes en nuestro país, debido a que esto ayuda a generar estándares mínimos, formas y usos del suelo, que ayuden a mejorar la calidad de vida y la optimización de los servicios urbanos.

Uno de los grandes desafíos que ha tenido el desarrollo urbano en Guatemala es que muchos municipios siguen creciendo sin ningún esfuerzo municipal por integrar esquemas estructurales de ordenamiento territorial, que ayuden a proteger los recursos naturales, así como potenciar la infraestructura necesaria para el crecimiento ordenado y la competitividad de los territorios.

Un aspecto fundamental es que se requiere que instituciones como la Asociación Nacional de Municipalidades, (Anam), recupere su rol facilitador para generar atención directa y personalizada con expertos técnicos en ordenamiento territorial que ayuden a brindar orientación y soporte técnico y jurídico a los procesos de Ordenamiento territorial que se necesitan en los diferentes municipios del país. Otro aspecto importante es la necesaria capacidad de apoyo en los procesos de formulación, revisión o modificación de los planes de ordenamiento territorial. Esto es muy importante, en los últimos años, se ha perdido esa capacidad que había sido tan vital para nuestro país.

Encontrar candidatos a alcaldes, especialmente en las diferentes ciudades intermedias, que estén dispuestos a invertir no solo en la contratación de expertos sino en afrontar los diferentes costos políticos que se van a generar, es vital para el futuro de las ciudades a mediano plazo. En gran medida, es importante que se desarrollen planes, que faciliten los procesos de inversión en los municipios y que genere la suficiente certeza jurídica sobre los territorios para fortalecer mayor competitividad.

Esto es un tema que no podemos soslayar, ya que de ello depende el futuro de la protección de las cuencas hidrográficas, así como la capacidad de planificar y desarrollar mejores proyectos de infraestructura estratégica para la movilidad en el país. Trabajar de la mano entre alcaldías, equipos técnicos con los diferentes sectores sociales y productivos de cada municipio, así como con el Gobierno Central, definitivamente no es una tarea fácil, pero es necesario para hacer planes de ordenamiento territorial que sean efectivos y que tengan la capacidad de fomentar mayor desarrollo.