Hoy se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores en todo el mundo y la ironía es que más de la mitad de la población mundial se encuentra sin un empleo. Era predecible que el colapso en la economía se extendiera también a los trabajos, ya que las medidas para contener la expansión de la pandemia han tenido un impacto sin precedentes en las empresas, sobre todo las que no son de giro esencial en este momento, al punto de que se han visto obligadas a despedir a sus empleados.

Según la Organización Internacional del Trabajo, el covid-19 hará desaparecer globalmente 195 millones de empleos, solo entre abril y junio de este año. Han advertido de que la crisis afectará al 81% de la fuerza de trabajo mundial. Algo nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial.

La cifra de contagiados por el coronavirus ya superó los tres millones a nivel global, de los cuales casi la tercera parte equivale a los casos registrados en Estados Unidos, hoy epicentro de la pandemia, donde hasta ahora van 26.5 millones de personas solicitando ayuda por desempleo. Según los expertos, esta puede alcanzar niveles parecidos a los de la Gran Depresión, que se produjo en 1933. Esto afectará en gran manera a Guatemala, ya que el 78% de remesas que recibe Latinoamérica provienen de Estados Unidos y se espera también que habrá una baja considerable en el envío de estas.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) mencionó que Latinoamérica será la región más afectada por el covid-19, no solo por la crisis sanitaria, sino por el incremento en el desempleo. Señaló que la región ha perdido en esta crisis alrededor de 14 millones de empleos, sobre todo por la poca capacidad económica que tienen los gobiernos de la región para proveer un subsidio por desempleo. Eso sin considerar que al menos 140 millones de personas trabajan en condiciones de trabajo informal.

La pandemia covid-19 está teniendo un efecto catastrófico en el tiempo de trabajo y en los ingresos a nivel mundial, y aunque es un problema global, la solución tendrá que ser manejada localmente por cada gobierno, con sus propios recursos y limitaciones. Es allí donde se requiere de creatividad de cada líder para generar empleos, aplicar seguros de paro, obtener fondos, etcétera. El Gobierno tendrá que ir dando pautas que deben ajustarse a nuestra realidad y recursos; por ejemplo, bajar los altos sueldos de los funcionarios que ganen más de 15 mil al mes. Incluyendo los tres poderes del Estado, también suspender dietas, bonos, gasolina y otros lujos que tienen estos funcionarios. Debe evitarse despilfarrar el dinero y controlar la corrupción hoy más que nunca.

Trabajar en equipo con el sector privado, no solo con los grandes empresarios, sino también con pequeñas empresas, ya que hay sectores que han tenido que recortar su plantilla de trabajo por el giro de su negocio y otros que la han tenido que incrementar. Esto implica reinventar puestos de trabajo, restructurar por ahora el giro de las empresas, ser flexibles desde el punto de vista fiscal, por ejemplo.

Aplicar la innovación para producir alimentos e insumos que no se pueden importar sería una excelente idea para generar empleos. Debemos pensar en promover y apoyar el turismo local. Debe existir una cooperación de todos los sectores y personas para levantar la economía del país. Considerar que va a caer la demanda de muchos productos y servicios, pero la misma crisis va a generar otro tipo de demanda de servicios, que deben aprovecharse. Creatividad, innovación, amplitud, flexibilidad, transparencia, unidad y cooperación son los conceptos clave para salir adelante de esta “otra pandemia”.