Los sistemas de salud en diferentes países no habían tenido un reto tan importante en los últimos cincuenta años como los que se han visto en la pandemia del covid-19. Los datos que vemos ahora de la India, que ha tenido el peor pico de contagios con más de trescientos mil casos nuevos en un día y los nuevos casos de contagios por cada millón de habitantes en Chipre, Uruguay o Turquía nos demuestra que el mundo no ha logrado superar esta terrible enfermedad.

En Centroamérica, Costa Rica es el más preocupante, experimentando su peor nivel de contagios desde el inicio de la pandemia. Ha tenido que imponer nuevas restricciones debido a que la ocupación en centros intensivos está llegando al límite.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su proyección de crecimiento económico mundial del 5.5% al 6% a nivel global y en América Latina, la perspectiva ha mejorado a un 4.6%, aunque subrayan que la velocidad de cada país dependerá de sus productos de exportación.

Para Guatemala el FMI proyecta un crecimiento económico del 4.5%, con alrededor de US$250 millones de dólares en inversión extranjera directa, durante el primer trimestre del año, que ha generado 1,500 empleos formales, según estimaciones iniciales dadas a conocer por el Ministerio de Economía. Ahora bien, todos estos datos al final del segundo trimestre van a tener que ser revisados dependiendo de cómo vaya la vacunación contra el covid-19 en cada país.

A nivel global destacan dos países que van de forma acelerada vacunando a su población, Israel y Emiratos Árabes Unidos, que han logrado ponerle al menos la primera dosis a más del 100% de su población. Otro país importante es Estados Unidos, que le ha mostrado al mundo cómo vacunando a través de esquemas de alianzas público-privadas en cada estado, se puede acelerar el proceso, vacunando en centros comerciales, cadenas de farmacias, supermercados y parqueos.

En el caso de América Latina, como se mencionaba al inicio, solo Chile y Uruguay son un ejemplo de cómo han logrado aumentar sus niveles de vacunación contra el covid-19, el resto de los países están teniendo graves problemas, con menos de treinta por ciento de su población vacunada, ya sea porque no reciben la vacuna o porque no logran tener más centros de vacunación que les permita aumentar el porcentaje de personas que al menos han recibido una dosis de la vacuna.

Guatemala es un tema complejo. Primero, debemos reconocer que el Gobierno ha hecho todo lo que está en sus manos para negociar, pero siendo un país pequeño y sin relaciones diplomáticas con China, estamos en la cola de varios países y que ha sido gracias a la diplomacia que se ha logrado las que tenemos.

El mecanismo Covax, que dependía enormemente de la India, está teniendo grandes problemas a nivel global de despacho. Países en África que dependen de ese esfuerzo han visto mermadas las cantidades que están recibiendo e incluso la OMS se ha quejado de que las pocas vacunas que se han entregado muchas de ellas han ido a parar a países que no necesitarían la ayuda, como Canadá, Corea del Sur o Nueva Zelanda.

Por ello, veo como una excelente noticia que ya 100,000 dosis de la vacuna Sputnik estén listas para llegar a Guatemala en los próximos días, que servirán para aplicar la primera etapa de inmunización para personas mayores de 70 años y que el sector privado esté dispuesto a apoyar con centros de registro y más centros de vacunación en centros comerciales, parqueos y lugares que permitan mayor aforo, para que estas personas no tengan que hacer cola bajo el sol o en la lluvia.