Por todos los silencios y complicidades que pide cualquier dictadura, por todas las garantías que la ciudadanía pierde en regímenes totalitarios, por todas las injusticias y crímenes de lesa humanidad que se cometen en el marco de una tiranía, por todas las libertades que pierde la mayoría de la gente cuando se asesina a la democracia, #NoNosCallarán. Por Jose Rubén Zamora, Marvin del Cid, Michelle Mendoza, Sonny Figueroa, Juan Luis Font, David Sanchinelli, Nanci Sinto, Dulce Archila, Carlos Ruano, Cristóbal Pop, Roque Sub, Carlos Ernesto Choc y tantas otras personas que desde el periodismo, la comunicación y el activismo han denunciado y contrariado al Pacto de Corruptos. Por ellas y por los restantes 313 ataques en contra de comunicadores y medios de comunicación que se han dado desde enero del 2020 a marzo del 2022, sin encontrar las condiciones que deben existir en un marco de justicia y democracia plenas, como la justicia, el debate, el disenso y la transparencia, #NoNosCallarán.

Por Virginia La Parra, Juan Francisco Sandoval, Samari Carolina Gómez, Thelma Aldana, Jordán Rodas, Claudia Escobar, Erika Aifán, Miguel Ángel Gálvez, Yasmin Barrios, Gloria Porras, Pablo Xitumul, Flor Gálvez, Carlos Antonio Videz, y tantos jueces y juezas independientes, abogados litigantes o en cargos públicos que conocen las entrañas más oscuras del Sistema de Justicia y por ello están privados de libertad, constantemente amenazados o en el exilio. Por esos 12 jueces, fiscales y abogados litigantes y por los 14 periodistas y activistas de DD. HH. que viven fuera de Guatemala a la fuerza, producto de una persecución judicial orquestada y el uso malicioso de la acción penal, #NoNosCallarán.

Por los que nacieron becados e indemnizados en uno de los países más desiguales del mundo y que, en lugar de agradecer y dignificar las vidas de la ciudadanía guatemalteca que les ha otorgado su representación mientras saborean las mieles del poder político, económico y/o social, siguen mamando de la teta del Estado y de los impuestos ciudadanos, sirviéndose de la corrupción para defender sus particulares intereses, olvidándose de la educación, la salud, la seguridad alimentaria, el techo, el empleo digno y demás indicadores sociales que hoy nos tienen encabezando las listas de los países más miserables, corruptos, autoritarios e indignos del planeta, #NoNosCallarán.

Por los casos de alto impacto que retratan la endémica e histórica corrupción que enfrentamos y la complicidad de quienes han pactado esa corrupción. Por La Línea, Odebrecht, Construcción y Corrupción, Comisiones Paralelas, Migración-Bitkov, Asalto al Ministerio de Salud, Red de Poder, Sobornos Rusos, Lavado de Activos, Fénix, Sierra Ovando, Huista, Caja de Pandora, Financiamiento Unionista, Financiamiento FCN, Lavado y Política, Cleopatra, Cooptación del Estado, Genocidio, Diario Militar, Hogar Seguro, Sepur Zarco, entre varios más, #NoNosCallarán.

Por la libertad de locomoción y acción que gozan, sin merecerla, el corrupto expresidente Jimmy Morales, innumerables exdiputados y diputados actuales, tantos funcionarios de distintos rangos de gobiernos anteriores y actuales, los operadores del pacto de corruptos, los empresarios corruptos fugados y no fugados, los violadores y agresores con poder, mientras la justicia sigue dejando solas a las víctimas y mordiendo más a los descalzos de una ciudadanía que ya no resiste tanto abuso y padece de indefensión aprendida, #NoNosCallarán.

Porque lo primero que pide una dictadura, de la forma que sea, blanda o dura, corporativa o institucional, es el silencio. Porque lo que le sigue al silencio es la obediencia y la sobrevivencia. Porque después de eso se pierden todas las libertades, todas las garantías y todo lo que sabe a futuro. Por cierto, ayer vi un cartel que decía: “Unos pocos tienen capturado al Estado. Y aquí estamos unos pocos defendiendo la libertad de todos”. Pero no somos pocos y #NoNosCallarán